El perímetro del incendio supera los 90 kilómetros, en una dura jornada en la que llegan síntomas positivos, pero las llamas continúan sin control en buena parte de la isla.
Los medios desplegados no hacen frente a unas llamas habituales, luchan contra un fuego capaz de crear su propia meteorología que se suma a un 'cóctel' de factores catastrófico.
Hay todavía centenares de personas desaparecidas, mientras se espera la visita de Biden y se multiplican las preguntas sobre por qué no sonaron las alarmas.
Una demanda colectiva alega que "dejó su tendido con energía, inexcusablemente, durante unas condiciones de alto peligro por incendios que habían sido previstas".
Son incendios sin precedentes, que siguen fuera de control, por lo que las autoridades temen que el número de víctimas mortales pueda aumentar en las próximas horas. Ya hay miles de desplazados, en pleno paraíso.