industria farmacéutica

"Hola: soy Diputada y necesito ayuda". El vídeo que triunfa en Youtube contra el abuso de la industria farmacéutica

"Hola: soy Diputada y necesito ayuda". El vídeo que triunfa en Youtube contra el abuso de la industria farmacéutica

La diputada de EnComúPodem Marta Sibina, enfermera y miembro de la Comisión de Sanidad del Congreso, ha tenido que recurrir a la técnica 'youtuber' para hacerse oír y lo está consiguiendo: está en las listas de lo más visto. Lo que denuncia es el abuso de las farmacéuticas imponiendo precios desorbitados a los medicamentos. Por ejemplo, la sanidad española paga 1.273€ euros por cada unidad de un medicamento (Abastín) en lugar de los 894€ de Inglaterra (380€ euros más) . "Es un escándalo [...] Pagamos un 1000% más de lo que valen los medicamentos".
Hepatitis C: pacientes 'impacientes'

Hepatitis C: pacientes 'impacientes'

Si los titulares de las patentes no deciden bajar el arbitrario precio de los fármacos de manera razonable para que todos los necesitados puedan tener acceso a ellos en condiciones de igualdad, el Estado está obligado a defender los intereses ciudadanos frente a los de estas compañías privadas enfrentándose a sus derechos de propiedad intelectual.
Medicamentos y negocio

Medicamentos y negocio

Medicamentos y negocio son dos palabras que caminan hacia el abismo de la doble moral. Por un lado hay que poner la ciencia al servicio de la salud; por otro lado, es la tercera industria más importante del mundo, creada para ayudar a las personas y orientada a generar beneficios económicos.
Vapear no mata. Prohibirlo, sí

Vapear no mata. Prohibirlo, sí

En España ya somos más de 250.000 vapeadores, que fumamos pero soltando vapor, con nicotina o sin ella, y sin inhalar las alrededor de 4.000 sustancias nocivas del tabaco, de las cuales más de 50 son cancerígenas. Trabajemos, pues, por crear una legislación apropiada. Esa es la vía. No la prohibición.
Las enfermedades olvidadas siguen olvidadas

Las enfermedades olvidadas siguen olvidadas

La investigación y desarrollo de nuevos fármacos sigue ignorando el sufrimiento de millones de personas amenazadas o afectadas por enfermedades olvidadas. Estas cifras, estos fríos porcentajes que describen lo que ocurre en los laboratorios, equivalen, en el otro lado del mundo, a pacientes sometidos a diagnósticos imperfectos o tratamientos poco eficaces.