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Las declaraciones del magistrado del Tribunal Supremo, Antonio Salas, revelan, como muy bien dice, su opinión, pero también que está en contra de lo que recoge la ley que debe aplicar, y forma parte de un pensamiento e ideas desde el que se interpreta la realidad y da sentido a los hechos que debe juzgar, lo cual tiene consecuencias directas sobre el resultado.

Necesitamos un pacto para enmarcar las acciones del Estado a largo plazo en materia de violencia de género, un asunto que los socialistas hemos considerado siempre de trascendencia. Necesitamos un acuerdo que salvaguarde los esfuerzos, los compromisos sociales y presupuestarios para combatir una violencia que siega la vida de mujeres y menores.

El clamor contra la violencia sexista que se escuchó el 7 de noviembre estaba más que justificado. Siete mujeres fueron asesinadas en la siguiente semana, y tres, en las 24 horas sucesivas. Si no se activó la alarma, el Gobierno es cómplice. ¿Se imaginan si, en 24 horas, en tres lugares distantes, hubiesen asesinado a tres futbolistas, policías o ciclistas?