Los clásicos están vivos, nos asaltan desde las páginas y desde las tablas gracias a la labor metódica, laboriosa, de investigadores que, las más de las veces, hacen su trabajo con pocos o ningún medio. Esta seriedad combinada con las nuevas tecnologías están dando lugar en pocos años a hallazgos sorprendentes.
Los mentideros de las afueras de los teatros de Madrid se llenan de nuevo, pero en esta ocasión, en vez de espadas, relucen fulgentes las tablets. Los primeros meses de la temporada teatral 2014 serán recordados por varios hitos en la investigación y en la puesta en escena de los clásicos.