La última propuesta de Madrid ha sido reducir el número de horas de la contrata de limpieza de los centros de salud. Vienen personas enfermas y es frecuente que un niño vomite en la sala de espera, acuda alguien con una herida o sucedan imprevistos que dejen maltrecha la higiene y la seguridad.
Cuando en mi consulta me presentan problemas complejos trato de hacer lo posible por dedicar la máxima atención. Pero, ¿qué pasa cuando sólo disponemos de 6 minutos?
Como médico de familia sé que los seis millones de parados son un verdadero desastre, lo veo día a día en la consulta. Personas que se deshacen en lágrimas o en angustia, personas al límite de sus recursos personales. Y finalmente enfermedad.