
¿Son los jóvenes los que no creen en la Constitución, o es la Constitución la que no cree en ellos?
Vivimos en una sociedad inmersa en un proceso de colonización creciente, en el que han jugado un papel clave las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, que han facilitado relaciones distintas a las trazadas por las rutas y fronteras tradicionales. Esta nueva sociedad ya no es la de la tierra ni sólo la de las fábricas, es la sociedad de los individuos.