nacionalismo catalán

Los puentes del Ebro

Los puentes del Ebro

En la famosa novela de Robert James Waller chocan como casi siempre el principio de placer y el principio de realidad. En Cataluña parece que estamos en una circunstancia análoga. Parece que, para una buena parte de los ciudadanos de Cataluña, la independencia es una propuesta sumamente atractiva por la que estarían dispuestos a casi todo.
Independentistas no nacionalistas

Independentistas no nacionalistas

Lo que se percibe a pie de calle es que en Cataluña se vota a unos partidos y quienes gestionan los recursos son otros. Esa distancia entre voto y decisión política es la base del independentismo no nacionalista (el que proviene del PSC-PSOE), y del cambio en el nacionalismo (Convergència). No tendría por qué ser incompatible discutir el nacionalismo tanto como se considere oportuno, y a la vez buscar las fórmulas para que el voto de todos los catalanes no quede tan lejos de la decisión política.
Tramo 22, Alcanar

Tramo 22, Alcanar

Una semana después de la Diada la cuestión sobre qué hacer ahora aún está en el aire. Y no va ser fácil porque aunque en la calle y en las encuestas hay una mayoría que apuesta por la independencia, falta concretar el itinerario democrático para su consecución.
La mayoría silenciosa

La mayoría silenciosa

Algunos de los que se dedican en los últimos tiempos a calentar el ambiente deberían hacer un ejercicio de realismo y pensar seriamente en el futuro de nuestros hijos, porque hay situaciones que pueden superar a sus impulsores y llevarnos a una situación de caos difícilmente reversible.