La Alianza Atlántica ha permitido la calma en Occidente y, tras su crisis existencial post Guerra Fría, ahora revive, reactivada por la creciente amenaza de Rusia.
Zelenski cuenta ahora con medios y formación que no tuvo en su reconquista de otoño. Sin embargo, las defensas rusas y sus minas complican la operación.
"Tanto a nivel local como global se están sentando los cimientos y principios de un orden armonioso y más justo, socialmente orientado y seguro, una alternativa".
Una ola de idiotez recorre el mundo como un arrollador tsunami que todo lo arrastra y que todo arrasa. El despertar del mundo el pasado miércoles, tras el martes asombroso de EEUU, estuvo impregnado de incredulidad y de un sentimiento de asombro: ¿cómo ha podido pasar esto? Sin embargo, "esto" se veía venir.
Puede que te suene el término 'Eurasia' de las clases de geografía del instituto. El concepto ya no se utiliza en las discusiones políticas de Occidente, pero debería. Ahí es donde va a tener lugar la acción geopolítica más seria del mundo a medida que avanza el siglo XXI. La historia de Estados Unidos sobre el orden mundial ya no se acepta a nivel internacional ni es realista.
No hay democracia sin partidos políticos. Las estructuras proporcionan un mundo de posibilidades para la acción humana, pero es la voluntad de los individuos y de los segmentos de la sociedad, movida por los valores y los intereses, lo que da pie al cambio.
Los artistas Omar Victor Diop y Antoine Tempé revisan con [re-]Mixing Hollywood 20 clásicos del cine americano y europeo pero en localizaciones de Dakar y Abiyán, Senegal y Costa de Marfil. Un juego que sirve para reflexionar sobre distintos temas sociales y geográficos. La exposición se inaugura este jueves.
Lo que estamos viviendo en la Europa contemporánea, como señala el sociólogo francés Olivier Roy, "no es la radicalización del islam, sino la islamización del radicalismo". Muchos de los que deciden convertirse en guerreros al servicio del islam no son musulmanes en absoluto.
Es razonable que, después de ataques como el 11-S en EEUU, o en el más reciente de Paris, los gobiernos lancen algún tipo de represalia. Más allá de la mala puntería que caracteriza a la alta tecnología, estas reacciones son justificables. Sin embargo, apenas consideramos un contexto más amplio, aparecen las razones.
Personalmente me siento agradecido de que existan tipos como Houellebecq, que van al meollo de las cosas. Que escriben novelas, si no totales, al menos con una vocación de no rehuir las grandes preguntas. Porque se equivoca el que piense que el tema central de la novela es el impacto del Islam en la sociedad europea futura.