El pasado día 21 de diciembre el Tribunal de Justicia de la Unión Europea señaló que el territorio del Sahara Occidental no forma parte de territorio marroquí. Esto tiene un efecto económico importante: los productos originarios del Sahara no pueden entrar libremente en la Unión Europea como venía ocurriendo hasta ahora.
La próxima vez que entres en un supermercado o un restaurante de sushi, plantéate usar el poder de tu cartera para decir a la industria atunera que en tu plato no hay sitio para la devastación de los océanos ni para el abuso laboral.