Una de las razones más importantes por la cual no triunfa entre las mujeres el uso de la copa menstrual es que seguimos teniendo reparos en ver, tocar y manipular todo aquello que corresponde a nuestra regla. Nos da asco usar algo que recoge la sangre. La menstruación sigue siendo invisible, no solo a nivel social y cultural, sino también a nivel íntimo.
Sin darse cuenta, la nadadora Fu Yuanhui ha arrojado luz sobre este dañino estigma, un proceso totalmente natural con el que conviven 800 millones de mujeres. El poder sobrellevar la menstruación de una forma higiénica y digna no sólo resulta crucial para la salud femenina, sino también para la igualdad de sexos.
Cuando Zahra vio la sangre en su ropa interior, estaba convencida de que estaba enferma. ¿Sería cáncer? ¿Tendría que dejar de ir a la escuela? O peor: ¿se estaba muriendo? Entre las familias afganas, la menstruación es un secreto que avergüenza.
Tardé un tiempo darme cuenta de que la mejor forma de llevar un tampón al servicio era, sencillamente, en la mano. Parece de sentido común. ¿Por qué no iba a llevar un tampón en la mano en lo que dura el trayecto hasta el baño en vez de esconderlo en la manga o de ir cargando con todo el bolso ¿De dónde sale tanta vergüenza?