salir del armario

Unos Goyas sin gays ni lesbianas

Unos Goyas sin gays ni lesbianas

En la ceremonia de los Goya nadie, ni un solo hombre o mujer, dedicó el premio a su pareja del mismo sexo. Nadie se atrevió a estar fuera del armario o a salir de él delante de los millones de personas que desde sus casas veían la gala. Nadie pronunció las malditas palabras: mi marido, mi esposa, mi compañera, mi pareja, mi amor... para a continuación evidenciar que se trataba de una persona del mismo sexo que el premiado.
Lesbiana, la palabra prohibida

Lesbiana, la palabra prohibida

Sandra, no puedo emocionarme con tu discurso. Espero que algún día termines de hablar claro. No porque nadie te obligue, sino porque te nazca de forma natural. Igual que espero que Elena Anaya dedique otro Goya, ya no a su amor, sino a su novia, a su esposa o similar. Simplemente espero que en algún momento seas una lesbiana visible y bien orgullosa de esa etiqueta que no has elegido. Como muchos lo somos. Y sí, basta ya de armarios. Pero de verdad de la buena. Desde el máximo respeto te lo digo.
Ser madre de una lesbiana

Ser madre de una lesbiana

Desencuentro. Dícese de cuando una madre espera que su hija sea normal, que sea feliz y se realice dentro de los parámetros de lo socialmente aceptado y valorado. Una chica de bien, sana, heterosexual, responsable, pudorosa, amante y cuidadora de su familia.
Necesitamos Orgullo

Necesitamos Orgullo

Casi nunca me acuerdo de ella, pero estos días me cuesta quitarme de la cabeza a Ana Botella. Se ha empeñado, -¿por qué ese empeño?- poco a poco, cada año con una vueltita más de tuerca, este año la vuelta ha sido enorme, se ha empeñado en asfixiar el Orgullo. Con su crescendo ciego en sanciones.