soledad

El estigma de hacer cosas solo

El estigma de hacer cosas solo

¿Por qué el tiempo para uno mismo debe limitarse a los domingos en casa viendo Netflix o comiendo pizza en pijama? ¿Por qué eso es aceptable y en cambio no lo es salir solo al cine o comer fuera? Aparentemente, las normas sociales dictan que éstos son momentos para socializar y disfrutar con otras personas.
Esas mujeres viudas

Esas mujeres viudas

Conozco a una mujer cuyo marido se murió mientras dormía, a su lado, como la protagonista de la obra de Miguel Delibes, como una Carmen Sotillo de nuestros días pero sin retahíla. Trato de imaginar la fortaleza que tienes que tener para superar algo así. Ninguno de los dos había cumplido los 40.
Soledad 2.0: niños, adultos y smartphones

Soledad 2.0: niños, adultos y smartphones

Vuelvo a casa. Llevo tres días en Génova, compitiendo con otros científicos para ver quién se lleva el gato al agua y consigue un puesto de jefe de laboratorio. Observo a los otros pasajeros. Muchos se entretienen con sus teléfonos móviles. Yo no llevo smartphone, lo olvidé en casa, hace ¡72 horas!
Lo peor de la soledad es la desconexión

Lo peor de la soledad es la desconexión

La desconexión con nuestros propios sentimientos nos termina envenenado y hace intolerable la soledad. Ese desierto solo se puede cruzar llevándose bien consigo mismo. Por eso este tema es de vital importancia para nuestra salud y nuestra enfermedad. La enfermedad a la que no se encuentra sentido o que nos sorprende con un pobre nivel de conciencia interna se vive mal.
Una epidemia de soledad

Una epidemia de soledad

Un cuarto de los canadienses confiesan sentirse solos y dos estudios realizados en Estados Unidos hablan de que el 40% de los estadounidenses padecen de soledad indeseada. No solo afecta a la gente mayor: en una encuesta a 34.000 universitarios, dos tercios decían experimentar soledad a diario.