terrorismo yihadista

¿Evitar o impedir?

¿Evitar o impedir?

Cuando los métodos impeditivos se combinan con métodos evitativos, la cosa funciona mucho mejor en la lucha contra el terrorismo. Tómense como ejemplos los casos del IRA, las FARC, o incluso la ETA, en los cuales junto a las medidas judiciales y policiales, se han adoptado decisiones políticas y sociales, con acciones proactivas para cambiar las condiciones de vida de las personas, para negociar y flexibilizar las posiciones enfrentadas, haciéndolo desde la habilidad y la constancia.
Yihadistas (europeos) y guerra (global)

Yihadistas (europeos) y guerra (global)

Para hacer frente al yihadismo hace falta atacar conjuntamente sus fuentes de financiación y blanqueo. Intervenir el tráfico ilícito de armas y municiones, y hacerlo sin confundir el combate del mercado ilegal de armas con la tenencia legal de cazadores y coleccionistas, tan numerosos en Europa como ajenos a la amenaza terrorista. Es preciso asimismo una estrategia de combate cultural e ideológico, una narrativa antiyihadista frente a una situación de espiralizacion del odio por la que muchos jóvenes que han nacido en Europa se muestran dispuestos a matar y morir matando.
¿Hacia una normalización del terror y el duelo?

¿Hacia una normalización del terror y el duelo?

¿Debería sorprendernos que la reacción a los atentados del pasado 22 de marzo en Bruselas no haya sido aparentemente tan intensa y sentida como la que se produjo tras los de París en noviembre pasado? ¿Acaso es síntoma de una lenta, pero paulatina, normalización del terrorismo yihadista en Europa? ¿O juegan también otros factores en esta supuesta mayor tibieza?
Mi pequeño país camina hacia las urnas

Mi pequeño país camina hacia las urnas

En campaña estamos actuando como un país pequeño. Me refiero a esa pequeñez que acompaña a los países que, cualquiera que sea su tamaño, tienen poca vocación de influir más allá de sus fronteras, e incluso olvidan que la mejor defensa de sus intereses nacionales pasa por una buena estrategia en el exterior. La política española, en estos momentos electorales, adolece de un acentuado ombliguismo. ¿Pasa la nueva política por terminar siendo aldeana?