Tomás Gómez

Barranco también se va

Barranco también se va

Barranco se despide para siempre de la actividad política porque siente, como antes Alfonso Guerra y antes Alfredo Pérez Rubalcaba, que su tiempo ha acabado; que todas las ambiciones son legítimas; que no le queda impulso ni ganas y que no se quiere ver, como algunos de sus compañeros de la extinta "mesa camilla", ni en un Consejo Consultivo, ni en los actos políticos de Ciudadanos, ni siendo instrumento de la derecha.
De Narciso y la indignidad de creer propia una victoria prestada

De Narciso y la indignidad de creer propia una victoria prestada

La dirección del PSOE no dudará un segundo en ayudar a la diosa Susana a elegir la alberca donde reflejar la imagen de Sánchez para que éste muera ahogado y ciego de vanidad ante su propio destello. A todos ellos veremos en cuanto comience el año salir del ostracismo voluntario que eligieron ante el bochorno producido por la insolvencia de un liderato fallido para hablar de socialdemocracia, de futuro, de desigualdad y de política social.
Ferraz activa el ocaso de "Invictus"

Ferraz activa el ocaso de "Invictus"

La dirección federal, que no quiere conflictos a seis meses de las elecciones autonómicas, ha preferido un falso cierre de filas en público, pero ha hecho saber a Tomás Gómez que le dejará caer si aparece cualquier indicio que le implique en el más mínimo asunto turbio.
El PSOE no encuentra su lugar en el mundo

El PSOE no encuentra su lugar en el mundo

En el PSOE no se ponen de acuerdo en cómo afrontar las diabólicas consecuencias de un fenómeno político que nació en respuesta a la crisis económica y que parece que nos acompañará durante un largo tiempo. Fue hablar Pedro Sánchez de una "gran coalición entre los extremos" (en alusión al PP y al partido de Pablo Iglesias), denunciar el auge de los populismos, manifestar la incompatibilidad del PSOE con Podemos... y destapar la caja de los truenos.