
Hace frío, tengo tos
En estos días de primeros fríos emerge como una obsesión el abrigarse bien y no digamos el abrigar a nuestros pobres herederos, que aparecen forrados con capas y capas de ropa que impiden toda actividad, crucificando su estampa. El niño, o lo que queda de él, comenzará a sudar por todo su aquel.