Uno de ellos llegó desde Italia, donde había sido denunciado junto a otros sacerdotes por 67 estudiantes. La solución fue hacerlo cruzar el océano, hasta que violó de nuevo
La Santa Sede ha informado este lunes de la salida del comandante de la Gendarmería vaticana “para asegurar la debida serenidad a la investigación en curso”.
También le condena a no mantener trato con menores, no conceder entrevistas con medios de comunicación y no tener perfiles en redes sociales, ni ponerse en contacto con las víctimas.