El presidente de EEUU va a hacer lo posible por anular todos los votos que no hayan llegado antes de acabar el día, pese a que la ley garantiza su legalidad.
Llegó el 3-N y es momento de votar. 97 millones de estadounidenses ya lo han hecho por anticipado o por correo. La cita es crucial para ellos y para el mundo.
El presidente ha iniciado una guerra política y legal contra el voto por correo, con el objetivo de sacar ventaja en las elecciones. El motivo: el voto por correo es mayoritariamente demócrata.