Ibicencos por el mundo: Cuba

Ibicencos por el mundo: Cuba

Si alguna vez has paseado por el centro histórico de Ibiza y además eres de ese extraña clase de personas que son capaces de hacerlo sin mirar Instagram, te habrás fijado que hay un enorme monumento construido en piedra y en bronce en mitad de la plaza Vara de Rey. Pues vas a flipar, porque el coso ese está dedicado a un señor con espada que da la tremenda casualidad que se llama igual que la plaza. ¿Cómo te quedas?. Para que luego digan que el mundo no es un pañuelo. Pues bien, esta es su historia:

  5c8a89fb2500000704c92a11Getty Images/iStockphoto

Corría 1898, un año que se planteaba económicamente maravilloso para ópticos y fabricantes de gafas, ya que según todos los partes meteorológicos el sol no se pondría en nuestro imperio. Sin embargo, todas las previsiones se vinieron al traste el 25 de abril, día en el que a Estados Unidos le dio por declarar la guerra a España, vete tú a saber por qué.

Una de las batallas más recordadas de la contienda, tuvo lugar el 1 de julio de ese mismo año, cuando el ejército norteamericano junto con insurgentes cubanos decidieron asaltar El Caney, un pequeño destacamento militar español cercano a la ciudad de Santiago de Cuba. Que mira tú por donde, otra casualidad de la vida, resulta que está en una isla que se llama Cuba.

El personaje al mando de El Caney no era otro que Joaquín Vara de Rey, un intrépido general curtido en mil batallas y el cual tenía bajo sus órdenes a un discreto pero aguerrido ejército de 550 soldados.

Usando la siempre práctica y laureada estrategia del "te vas a cagar chaval", los americanos se plantaron allí con 7.000 hombres armados hasta los dientes. Pero las matemáticas nunca fueron el fuerte de los españoles, así que a pesar de estar en una inferioridad numérica de 12,72 muchachos a 1, a Vara de Rey no le pareció oportuno rendirse. 12 horas y 470 soldados españoles muertos después, el general volvió a hacer números y no tuvo más remedio que rendirse, no sin antes citar al todavía no nato Juan Carlos I de Borbón y decir: "Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir".

Pero la cosa no acabó ahí amigas, porque cuando el general, gravemente herido, estaba siendo evacuado del campo de batalla por dos camilleros, fue atacado por un grupo de insurrectos, quienes a lo perro lo asesinaron en la propia camilla. Así que Joaquín Vara de Rey es una de los pocos elegidos que puede presumir de haber muerto tumbado y en acto de servicio.

Pese a haber perdido la batalla, la noticia de la heroica actuación de Vara de Rey y sus hombres corrió como la pólvora. El hashtag #TodosSomosVara no tardó en convertirse en Trending Topic y la corona española tuvo el detallazo de entregarle a título póstumo la Cruz Laureada de San Fernando. Pero parece ser que aquel bonito y siempre práctico pin no le pareció suficiente al populacho y fue entonces cuando se decidió levantar el monumento que hoy podemos observar en pleno corazón de Ibiza.

Continuará...

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———— Esta historia se publicó originalmente en mi blog Typic d'aquí