Soria como espacio cinematográfico

Soria como espacio cinematográfico

Tengo la sensación de que es ahora cuando los sorianos comienzan a creer en proyectos propios bien elaborados desde su tierra. Por eso, es el momento de poner en valor los maravillosos recursos paisajísticos de los que se dispone, la multitud de escenarios naturales, los cientos de pueblos con cariz propio y espíritu pintoresco, pero también de reconocer a los excelentes profesionales de esta provincia.

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"Así como el poeta Antonio Machado decidió plasmar, a través de su pluma, los campos de Castilla, el autor Santiago Lorenzo decidió mostrar una ciudad con un encanto especial por medio del séptimo arte; mostrar otros paisajes no muy lejanos de donde el poeta Machado conoció a su amor en la ciudad de Soria". Con estas líneas comenzaba el prólogo que escribí, hace unos años, para el libro Santiago Lorenzo. La risa y la pena. Una obra sobre este cineasta que forma parte de la colección Perspectiva en corto, patrocinada por el Instituto Buñuel y que tuve el placer de dirigir.

Al igual que cité al poeta y a la ciudad de Soria en dicha ocasión, a menudo suelo mencionar a esta provincia castellana tranquila, escasamente poblada, pero atractiva y sugerente. ¿Por qué? Primero, porque me une un vínculo familiar. En Soria capital nacieron mi padre, abuelos, tíos y primas. Y segundo, porque me dedico al cine y a la televisión y creo que ofrece excelentes oportunidades para rodar. Desde hace más de setenta años, son numerosas las producciones cinematográficas filmadas en tierras sorianas. Sirvan como ejemplo algunas de las más destacables. Campanadas a media noche, de Orson Welles (1965); El valle de las espadas, de Javier Setó (1963); Doctor Zhivago de David Lean (1965) y ganadora de cinco premios Oscar; Nicolás y Alexandra, de Franklin J. Schaffner (1971); Total, de José Luis Cuerda (1984); El Milagro de P. Tinto, de Javier Fesser (1998); El cielo gira, de Mercedes Álvarez (2005) o Los mundos sutiles, de Eduardo Chapero Jackson (2011). Estos rodajes han demostrado de forma manifiesta la valía de un territorio caracterizado por su protegida naturaleza y biodiversidad.

Desde la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Soria, me consta que existe una apuesta decidida por la cultura y la preservación del vasto patrimonio artístico e histórico que se extiende por todos los rincones de la provincia. Una clara muestra de ello es el Certamen de Cortos de esta ciudad, que ha sabido conformar un espacio de encuentro entre profesionales del cine y el público. Tengo la sensación de que es ahora cuando los sorianos comienzan a creer en proyectos propios bien elaborados desde su tierra. Por eso, es el momento de poner en valor los maravillosos recursos paisajísticos de los que se dispone, la multitud de escenarios naturales, los cientos de pueblos con cariz propio y espíritu pintoresco, pero también de reconocer a los excelentes profesionales de esta provincia formados en las mejores escuelas de cine y televisión. Precisamente, mi último trabajo, un largometraje documental titulado Bienvenido Mr. Heston, estrenado en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, coincide con esta idea ensalzando los aspectos positivos de nuestro país. Es, en parte, un homenaje a los pueblos de España como platós de cine. Por ello, surge ahora la necesidad de promocionar Soria y su provincia como espacio cinematográfico, fomentando la joven industria audiovisual y apoyándose en sus recursos turísticos y en su cada vez más reconocida gastronomía. Incluso se habla de la posibilidad de crear una Soria Film Commission, es decir, una entidad destinada a facilitar a los productores audiovisuales la información que precisen para la realización de rodajes.

No cabe duda de que hay que facilitar la apertura de nuevas vías de negocio a los sectores vinculados al audiovisual en Soria. Y todo ello con la vista puesta en Numancia 2017. En este año se celebrará el 2.150º aniversario del mito de Numancia, ciudad celtíbera que opuso tenaz resistencia a las pretensiones romanas de conquista. Una efeméride considerada de excepcional interés público que debemos aprovechar para consolidar la industria audiovisual en la provincia. Mientras tanto, hagamos cine.