12 falsedades que nos están intentando colar este verano

12 falsedades que nos están intentando colar este verano

Como que todos los calvos son como Varoufakis. Pero Artur Mas ha debido pensar que basta con ser calvo para despertar las bajas pasiones del electorado, de ahí que colocase a Raül Romeva de cabeza de la lista conjunta independentista. Detalle importante: el auténtico Varoufakis nunca se pondría esas gafas tan de político catalán pasadas de moda.

1.Que todos los calvos son como Varoufakis

Carecer de pelo no te hace ganar automáticamente el apodo de "Varufucker" español. Pero Artur Mas, como otros muchos españoles, ha debido pensar que basta con ser calvo para despertar las bajas pasiones del electorado. De ahí que colocase a Raül Romeva de cabeza de la lista conjunta independentista. Detalle importante: el auténtico Varoufakis nunca se pondría esas gafas tan de político catalán pasadas de moda.

2. Que poner un famoso o famosillo en las listas electorales sirve para ganar votos

Pep Guardiola, Lluis Llach, Toni Cantó, Marta Rivera de la Cruz, Nacho Vegas... ¿Por qué no recupera el PP a Norma Duval, que ya fue musa de Aznar en el 93? Al final, los partidos dan la razón a esa amplia mayoría que piensa que cualquiera puede dedicarse a la política.

3. Que la Unión Europea es una democracia en la que prima la solidaridad

"Sálvese quién pueda" parece haber sustituido al lema unitario de"unida en la diversidad". Una frase que produce más carcajadas que el club de la comedia después del ejemplificador castigo que se está infligiendo a Grecia y tras el fracaso del reparto de refugiados.

4. Que los griegos son vagos y maleantes

Tiene delito que haya españoles convencidos de que Grecia es la cigarra de Europa, cuando el primero que acusó a la población patria de haber vivido por encima de sus posibilidades fue Rajoy, nada más llegar al Gobierno, quien, sociabilizando la culpa, se eximía así de responsabilidades. Y que conste que el estereotipo vigente en el norte de Europa sobre el sur no distingue Grecia de España o Portugal.

5. Que hay que proteger a los ciudadanos con una ley como las de Franco

¿Te acuerdas cuando tu abuela te decía que tuvieras cuidado con lo que decías en alto por si acaso? La ley mordaza, como reedición de la España franquista, viene a proteger al Gobierno de los críticas de los ciudadanos, y no viceversa, como intentan hacernos creer.

Los dos primeros sancionados -un hombre por definir como "casta de escaqueados" a la policía de su pueblo y una mujer obligada a prostituirse por una mafia- evidencian el carácter censor y arbitrario de la norma.

6. Que los nuevos políticos no son como los de antes

Por mucha coleta, vaqueros o mochila que se pongan, según han ido enseñando la patita tras los pactos municipales y autonómicos, más se asemejan a los de siempre. Eso de que la corrupción era una línea roja se ha demostrado un concepto tan elástico como un chicle. "Esperad que se retraten los nuevos", decían los viejos. La foto no está saliendo muy diferente.

7. Que no hemos rescatado a la banca, sino la banca a nosotros

100.000 millones en total desde 2009, de los que un porcentaje se da por perdido, como por ejemplo los 12.000 millones inyectados a Catalunya Banc para vendérselo al BBVA por poco más de 1.000 millones, limpio de polvo y paja.

Una cantidad de infarto con la que los españoles hemos rescatado a la banca para que siga teniendo beneficios o pueda mantener el mercado inmobiliario alto, pues al ser las entidades financieras los principales tenedores de activos y riesgo inmobiliario, una caída real de los precios hundiría sus balances.

8. Que los reyes son unos tipos modernos, casi hipsters

El estilo Obama sigue siendo el espejo en el que todo representante público se mira cuando piensa en actualizar su figura. El objetivo es resultar natural y cercano, como el presidente de EEUU.

Por eso, casualmente, hay un fotógrafo de ¡Hola! pegado a su chepa cuando la pareja sale por la noche, solos o con amigos, y nos ofrece imágenes de aspecto robado. El culmen ha sido el vídeo de Letizia y las niñas esperando que papá bajase del helicóptero al llegar a casa. ¿Qué hacen con bolso y mochilas en los jardines de su propio hogar?

9. Que nos bajaban la luz

No hay gobierno que se resista a vender una bajada de la luz como zanahoria electoralista. Y Soria no iba a ser menos. Los fuertes incrementos de la factura provocados por su reforma eléctrica amenazaban con convertirse en una rebelión a puertas de las generales.

En realidad, no se trata de una bajada. Lo que ha hecho el Gobierno es invertir 200 millones de euros que los usuarios ya habíamos pagado en la tarifa y lo devuelve en forma de bajada de peajes ficticia que sólo dura hasta el próximo enero.

10. Que hay una ola de calor cuando es el cambio climático

Después de un mes de julio en el que hasta a Merkel se le han recocido los pinrreles en su Alemania natal, aquí ni siquiera el primo de Rajoy duda ya que los famosos vientos subsaharianos con los que se justifica la incansable ola de calor que nos afecta son consecuencia visible del cambio climático. Mira que llevan años advirtiendo los expertos, y nuestros cortoplacistas políticos subiendo el aire acondicionado.

11. Que sustituir trabajo estable por trabajo basura es un éxito de Rajoy

No importa que el paro femenino se haya duplicado durante la crisis y triplique ya la media europea, o que se siga destruyendo empleo de calidad para generar trabajo basura. El Gobierno está en plena mascletá por la EPA del 2º trimestre del año, que apunta que el 75% del empleo generado es temporal, y a pesar de que la tasa de desempleo supera el 22%, cuando la media europea ronda el 10%, y sólo la tasa de Grecia es mayor que la española.

12. Que a Rato se le ha tratado muy mal

Es lo que el exvicepresidente económico está convencido de poder hacer creer al personal. Mientras en el entorno de Hacienda y de Moncloa aseguran que las prácticas que ahora se están destapando las viene realizando desde que estaba en el Gobierno de Aznar, el imputado se niega a declarar, se queja por el trato del juez y se va a Mallorca a bañarse en alta mar.

Así demuestra que su conciencia está tranquila y tiene derecho a disfrutar de sus vacaciones, mientras el que haya robado en una gasolinera está en chirona.