Pon un filósofo en tus listas... si le vas a escuchar

Pon un filósofo en tus listas... si le vas a escuchar

Llevar un filósofo en las listas es la última moda en la temporada primavera-verano de elecciones. Queda ideal, quizá por aquello de que los filósofos son intelectuales acostumbrados a pensar, un hábito que la sociedad considera poco arraigada entre los políticos. Tiene mérito que los filósofos acepten los cantos de sirena de los partidos cuando saben cómo a Platón le acabó vendiendo como esclavo el tirano de Siracusa al que había ido a instruir sobre las buenas prácticas políticas, o cómo Séneca se suicidó tras ser condenado a muerte por Nerón.

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Foto: ISTOCK

Llevar un filósofo en las listas es la última moda en la temporada primavera-verano de elecciones. Queda ideal, quizá por aquello de que los filósofos son intelectuales acostumbrados a pensar, un hábito que la sociedad considera poco arraigada entre los políticos. Tiene mérito que los filósofos acepten los cantos de sirena de los partidos cuando saben cómo a Platón le acabó vendiendo como esclavo el tirano de Siracusa al que había ido a instruir sobre las buenas prácticas políticas, o cómo Séneca se suicidó tras ser condenado a muerte por Nerón.

Quién piensa en los partidos es una pregunta que muchos nos hacemos ante cada ocurrencia que tienen los líderes: "pero, ¿a quién se le ha ocurrido que haga o diga tal chorrada o tal frase -que no idea- brillante?" No siempre hay respuestas claras y cuando las hay, a menudo el interlocutor se lleva las manos a la cabeza. En un campaña como esta -da vértigo imaginar lo que nos tendrán preparado hasta el 26J-, cualquier novedad distante de la ocurrencia es bienvenida. En la últimas semanas, los partidos han pasado del ponga una jueza -o juez- en sus listas, al ponga un filósofo en su mesa y, si es posible, en sus listas.

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Foto de Fernando Savater/EFE

Al nombre más conocido y casi histórico de Fernando Savater, vinculado a la fundación de UPyD desde el primer momento, o a la incorporación de Ángel Gabilondo al PSOE de Madrid tras su paso por el Gobierno de Zapatero, se suman ahora los de otros dos filósofos de primera, Daniel Innerarity -con Uxue Barcos en Geroa Bai- y Manuel Cruz, con los socialistas catalanes. En Podemos, la cuota de filósofos está cubierta con German Cano y Eduardo Maura, menos conocidos. ¿Significa esto que en sus respectivas organizaciones les vayan a escuchar, que en esos partidos vaya a haber más masa critica, densidad de ideas y menos cortoplacismo o postureo?

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Foto de Manuel Cruz/EFE

Para el historiador Santos Juliá, lo primero que hay que tener en cuenta para no echar las campanas a volar es que los filósofos citados -salvo Savater, que estuvo en el origen de UPyD o Cano y Maura, vinculados a Podemos desde sus inicios-, "los demás han sido buscados por los partidos, que son conscientes de su descrédito y de la caída entre la opinión pública. Han optado por invitar a gente honrada, incapaces de transigir con una gota de corrupción". Según Juliá, son personas de una honestidad probada y que han escrito sobre la situación política, los nacionalismos y los problemas de la democracia de forma tan sensata que se han ganado hace tiempo una proyección hacia la opinión pública influyente.

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Foto de Daniel Innerarity/EFE

Contra jueces en Justicia y militares en Defensa

Esos tres filósofos han ido hablando de política desde la filosofía, "pero no creo que se correspondan con el caso de Ortega y la Agrupación al Servicio de la República. No tiene que ver con la idea del compromiso del intelectual en aquel sentido, más bien los políticos son conscientes de su descrédito".

Al historiador no le gusta nada mezclar lo de ponga un juez en sus listas de partido con la incorporación de los filósofos. "Ya he escrito que me parece un enorme error que los jueces, como los militares, pasen de la judicatura al Ministerio de Justicia o del ejército, por muy progre que sea el militar, a ministro de de Defensa". En ambos casos, aunque sin citarlos, Santos Juliá hace referencia al fichaje de Margarita Robles por Pedro Sánchez o al teniente general Julio Rodríguez por Podemos. "Si eso se enraizara, sería un desastre, retrocedemos hasta el Siglo XIX. Además, hasta ahora, los jueces en la política nos han dado un resultado deplorable. Creo imprescindible descorporatizar la política. Que un juez pueda transformarse en ministro de Justicia, lo mismo que he dicho de un militar en Defensa, es un paso atrás en el sistema democrático", remata el historiador, radical en este planteamiento frente al beneplácito que da al fichaje de los filósofos. Otras cosa será que les escuchen.

"Hay una maldición de los intelectuales hacienda política, y es verdad que ha habido experiencias extrañas como las de Sartre o André Gide. Pero ahora las circunstancias han cambiado. Lo relevante es que hay un ciclo político más abierto a la participación. Hay una generación de filósofos que han estado pensando el 15M desde ese ámbito, observando el cambio social y cultural que se estaba produciendo sin estar adscritos a ningún partido", dice Eduardo Maura, doctor en Filosofía y diputado de Podemos, que participó activamente en la construcción del partido aportando una visión filosófica. Maura recuerda que compartió despacho con Savater cuando él hacía prácticas y el profesor daba sus últimas clases. "Nunca hablamos ni una palabra de política". Ahora puede que vuelvan a cruzarse en algún plató de televisión, ya que el filósofo será el portavoz de UPyD durante la campaña, y no dejen de hablar de política.

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Foto de Eduardo Maura/EFE

Filósofos de paso

A Fernando Vallespín, catedrático de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid (pasado por Harvard, Heidelberg, Frankfurt ) no le cabe ninguna duda de que a Manuel Cruz y a Daniel Innerarity se les escuchará en los dos partidos en los que han entrado. Vaya por delante que Vallespín es amigo tanto del primero como del segundo y valora positivamente el paso de ambos. Pero sin amistad de por medio también lo haría, porque ambas figuras le resultan mucho más que respetables en sus diferentes ámbitos. Vallespín considera que "la decisión tiene que ver con el compromiso de los intelectuales con el partido y, en ambos casos, desde hace tiempo. Es cierto que sus nombres dan lustre a la listas, pero en estos dos casos estoy seguro de que se les va a escuchar. El caso de Fernando Savater es diferente, porque él mismo está en el origen de UPyD, y ha sido coherente. Es difícil que salga en el puesto quinto, eso también es cierto. Me parece importante que se incluyan nombres que dan densidad intelectual, capaces de reflexionar en los partidos", argumenta Vallespín. No conoce a los de Podemos.

Pero Cruz e Innerarity serán buenos asesores y "es importante que estén presentes, más allá de esos espacios públicos tan grandes, marcados por la mercadotecnia barata. Los filósofos pueden ayudar a transmitir menos banalidad a la reflexión. Y en el caso de Innerarity, es muy escuchado desde hace tiempo; lo mismo que Manuel Cruz con Cataluña. Ahora, también pienso que el paso de ambos será transitorio. Se marcharán pronto, cuando acabe la legislatura, es un compromiso para un momento importante y creo que está muy bien pensado. Ambos son honestos, serios y se les necesita. En cuanto a Ángel Gabilondo o Savater, ya llevan más tiempo, pero también son necesarios", remata el catedrático de Ciencia Política.

El valor de la palabra ajustada

El líder de la oposición socialista por la Comunidad de Madrid ya tiene conchas en la piel en esto de la política, desde que Zapatero le nombró ministro de Educación y estuvo a punto de lograr el pacto por la Educación más importante desde la democracia española. El cortoplacismo del PP arruinó el proyecto, pero el metafísico no arruinó su optimismo. Repitió como candidato a la Comunidad de Madrid, perdió frente a Cristina Cifuentes, y ahí sigue, aunque muchos no daban un duro por su permanencia al frente de la oposición. Tiene meditado su compromiso con la política desde la intelectualidad.

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Foto de Ángel Gabilondo/EFE

"Hay diversas maneras de acceder a un compromiso social y político, y en esto, no ha de haber profesiones predilectas. En todo caso, la apuesta por el sentido de la palabra ajustada y por una sociedad articulada, la preocupación por los conceptos y el reconocimiento del otro como la conjugación de los intereses singulares y comunitarios son elementos determinantes de una adecuada formación filosófica. No es de extrañar que personas que se han dedicado a la docencia e investigación en filosofía participen activamente, desde el compromiso político, en la transformación hacia una sociedad más libre y más justa", nos responde Gabilondo, en el trayecto de un acto a otro, de esos que le ocupan varias horas al día, pero intenta que no le roben el tiempo de meditar.

Que nosotros nos creamos que estos sabios vayan a ser escuchados por los líderes políticos, es una cuestión tan vieja como la democracia. Fue Pericles quien introdujo la filosofía en la política como un valor esencial. Lo más que cabe esperar es que no terminen condenados a beber cicuta como Sócrates, acusado de alejar a la juventud de los principios democráticos.