Resistir hasta 2027
Sánchez llega a Sevilla con la gran mayoría del PSOE a su lado pero con los ánimos bajos. Lo que más le preocupa, las investigaciones judiciales a su mujer y hermano.
El PSOE es Pedro Sánchez. La afirmación es de un colaborador muy próximo al presidente. La consigna es aguantar, resistir. De peores hemos salido, piensan. "Nadie pone en duda el liderazgo" de Sánchez. Hay voces críticas, por supuesto, pero no con la intensidad suficiente como para desestabilizarle. El secretario general espera un cierre de filas en el congreso federal, a pesar de las polémicas que le rodean. No hay día sin sobresalto. Lo que más le preocupa es el cerco judicial sobre su entorno particular. Esto es, sobre su mujer y su hermano, hoy imputados.
Que la legislatura no acaba de enderezarse es un hecho que no se discute ni de puertas para adentro. Para empezar, porque pasan las semanas y el presidente es incapaz de aprobar sus primeros Presupuestos Generales del Estado. Acabará ocurriendo, proclaman en el Ejecutivo, pero ese día de momento no llega. Con unas cuentas públicas, argumentan las fuentes consultadas, ya nadie dudará de que Sánchez seguirá en Moncloa hasta 2027. Y con ganas de revalidar, según sus propias palabras.
La opción de que el PP se atreva a presentar una moción de censura no está contemplada en Moncloa. Y, si acaba dando Alberto Núñez Feijóo ese paso, Sánchez está convencido de que tiene atados los apoyos parlamentarios suficientes para que en ningún caso fructifique.
"El derrotado sería el PP", auguran, pese a que los de Feijóo han tratado de acercarse tanto al PNV como a Junts. "No corra, ya vio lo que le pasó a Albert Rivera, ni intente conquistar el cielo de un asalto, ya sabe qué le ocurrió a Pablo Iglesias", le dijo en la Cámara Baja Aitor Esteban al líder de la oposición.
Sánchez no caerá pero "sufre mucho" en términos políticos, según el resumen de un diputado aliado. Y la prueba es lo vivido esta misma semana. Sus portavoces hablan de "bulos" e "intoxicaciones", pero lo cierto es que el presidente no tiene una jornada tranquila. Y lo peor para sus intereses: esas polémicas opacan prácticamente toda la acción de Gobierno. Nadie habla de los buenos datos económicos, por ejemplo, como es su obsesión. Día tras día, las polémicas copan titulares y horas de radio y televisión.
Lo último ha sido la caída de Juan Lobato, ya exlíder de los socialistas madrileños. Con el cónclave sevillano abriendo sus puertas para que los periodistas se acreditaran, Lobato entregaba al juez su móvil tras declarar sobre la filtración de datos particulares del novio de Isabel Díaz Ayuso, en el marco de la investigación por fraude fiscal. Pero es que, además, Sánchez tiene al Fiscal General del Estado imputado por primera vez en la historia, y las fuentes del Tribunal Supremo consultadas por El HuffPost no le auguran un futuro halagüeño. Cayeron en "la trampa de Miguel Ángel Rodríguez", según fuentes de Sumar.
No acaban ahí los problemas para el presidente. El comisionista Víctor de Aldama no calla disparando a un lado y a otro y José Luis Ábalos, tampoco. Pero lo que más afecta a Sánchez, según reconocen en su propio equipo, son las investigaciones judiciales sobre los suyos. "Como es natural, es lo que más le preocupa", sugieren las fuentes consultadas. Más aún, cuando desde el Ejecutivo dieron por descontado que los casos que implican a Begoña Gómez y a David Sánchez se cerrarían en breve y quedarían en nada. Y de esos presagios hace meses.
Ya en las instalaciones del congreso, se esperan aplausos y cierre de filas. Las pullas de Emiliano García Page "están previstas", sugieren en Ferraz. Pese a ser uno de los pocos barones que le quedan al PSOE, con un resultado electoral de mayoría absoluta, la relación con el presidente está rota. Felipe González recibió una invitación vía e-mail y declinó su asistencia. El resto de líderes críticos están de retirada o no apuestan por presentar batalla.
"Nadie discute el liderazgo de Pedro pero no vivimos un buen momento. Las decisiones tomadas, como la amnistía, nunca se entendieron en muchas partes de España, como en mi tierra, Andalucía. Y luego ha venido todo lo demás, con Ábalos, Koldo, Aldama… No hay que llevarse a engaños. Si hoy se celebraran elecciones, el riesgo de perder el poder es inmenso", en palabras de un veterano parlamentario socialista. Si bien, si algo tiene claro Sánchez, o al menos eso proclama, es que bajo ningún concepto habrá adelanto electoral.
El PP, mientras tanto, aguarda. Le puede la impaciencia. Pero barones y altos cargos dan por descontado que la legislatura será larga, con todos los riesgos que ello conlleva. "No tengo prisa", llegó a afirmar esta semana Feijóo, consciente de los tiempos. A quienes piden una moción de censura aunque sea para perderla, la respuesta de momento es un "no" rotundo por parte del gallego.
"La muerte de Sánchez es a pellizcos", dicen, aunque de momento se relamen ante un congreso federal cuanto menos deslucido: "El socialismo, como ya hizo Íñigo Errejón, va a pasarse a Telegram para protegerse de sus propios Whatsapps. Sevilla va a tener un olor especial por culpa del PSOE".