Otro día en el que las zancadas han invocado la magia de los encuentros, los cambiantes paisajes que revelan la hermosura de la tierra que nos sostiene y alimenta, los silencios abandonados a la nada que calma... Un Camino de Santiago en el que estoy corriendo, porque contra el machismo y su violencia que mata no se puede caminar ni ir despacio. No os perdáis a estos seres humanos. Un día más, gracias por empujar esta causa urgente que es de todos y todas.

zancadas contra el machismo