Mi marido no lo es todo para mí

Mi marido no lo es todo para mí

Sarah Williams

Cinco años después de que nos casáramos, mi marido y yo íbamos en el coche con nuestros tres hijos (sí, entonces ya teníamos tres hijos porque estamos locos), ignoré las incesantes preguntas y los quejidos de los niños para contarle la historia de cómo el novio de mi amiga le había pedido que se casaran.

Le di todos los detalles. Desde cómo su novio preparó la pedida hasta la cara que se le quedó a ella.

Al terminar la larga y detallada historia, pensé que me iba a emocionar al pensar en el día que mi adorable marido me pidió que me casara con él (Anotación: es muy importante que recordéis el adjetivo "adorable" que acabo de utilizar para describirle).

"¿Sabes qué? Creo que solamente escucho el 25% de lo que me dices", contestó mi marido (que en ese momento había muerto para mí) en respuesta a mi preciosa historia.

"¿QUE TÚ QUÉ?", le pregunté. O le grité. No estoy segura.

Con calma, empezó a explicarme que es un hombre. Y que ese molesto cromosoma Y le impide escuchar todo lo que digo porque doy demasiados detalles. Y a él no le van los detalles. Y bla, bla, bla.

Debería haberme enfadado más. Pero todo lo que podía pensar era: "¿Sabes qué? Por eso tengo amigas. A ellas les encanta saber todos los detalles".

Adoro a mi marido. Es gracioso, me lo paso bien con él y es genial. Pero no lo es todo para mí.

Sería injusto pedirle a una persona que lo fuera todo para ti. Por mucho que Hollywood quiera que creamos que nuestra pareja nos va a completar, lo cierto es que nadie puede completarte. Tu pareja puede complementarte o enriquecerte, pero no puede completarte.

Que pueda convertirte en una persona completamente distinta es otra cosa. Pero darte cuenta de que tu pareja no puede serlo todo para ti es algo que hay que aprender cuanto antes.

Igual que ocurre en la bolsa, diversificar las relaciones tiene muchísimo valor.

Mi marido jamás escucharía una historia que durara 27 minutos. Pero mi mejor amiga prestaría atención a cada detalle y me daría su opinión. Eso es lo que hacen los mejores amigos. Y eso es lo que nunca harán los maridos (a no ser que tu marido sea de los pocos a los que les gustan las conversaciones largas, pero no es mi caso).

Aun así no quiero infravalorar a mi marido, él me conoce mejor que cualquier amigo. Me apoya cuando por la noche el mundo me parece un lugar muy oscuro y complicado... Y, a la mañana siguiente, me hace el desayuno, como siempre, después de haberme dejado desahogarme y levantarme con una actitud nueva. Sin preguntarme ni juzgarme.

Las relaciones son las piedras angulares de la vida. Son lo mejor, pero, a veces, también son lo más difícil. Una de las mejores cosas que podemos regalarle a nuestra pareja, a nuestros hijos y a nuestros amigos es tener unas expectativas razonables con respecto a lo que pueden ser. Y lo que jamás serán.

El círculo de la historia que he contado al principio se cerró cuando me di cuenta de que hay distintas maneras de escuchar y mi marido escucha mucho mejor cuando se le da una percepción general de la historia. Su cerebro no puede procesar detalles irrelevantes. Irrelevantes para él, no para mí, claro.

Sé que he escrito mucho sobre el curso de liderazgo que estoy recibiendo, pero me ha ayudado mucho a comprender lo distintos que somos y lo importante que es dejar que las personas sean como tienen que ser. Eso corrobora lo que mencioné antes sobre la importancia de tener una variedad de relaciones.

Cuando una mujer dice "Mi marido lo es todo para mí", sé que se debe a unas expectativas idealistas que normalmente no se cumplirán. Aunque es cierto que suena romántico, he descubierto que un matrimonio es mucho más fuerte cuando tu marido no lo es todo para ti.

Sin duda alguna, la relación que mantienes con tu marido es la más importante. Y debería serlo. Pero no puedo dejar de insistir en lo aliviado que estará tu marido cuando le dejes ser quien es. Deja que tus amigas rellenen lo que falta. Y no esperes mucho de tus niños porque son demasiado sinceros y directos. Es broma, es broma.

¿Estáis de acuerdo, amigos de Internet? ¿Creéis que es posible que tu pareja lo sea todo para ti? ¿O has vivido los beneficios de tener una variedad de relaciones?

Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros.

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