Bienvenidos a 1994 (con Berlusconi)

Bienvenidos a 1994 (con Berlusconi)

Fue un déjà vu persistente el mensaje de vídeo del ex primer ministro Silvio Berlusconi. Apareció a las seis de la tarde. Entró en todas las casas de los italianos. Ni siquiera se podía pulsar el mando hacia delante o hacia atrás: Il Cavaliere estaba allí, en casi todas las cadenas.

Fue un déjà vu persistente el mensaje de vídeo del ex primer ministro Silvio Berlusconi. Apareció a las seis de la tarde. Entró en todas las casas de los italianos. Ni siquiera se podía pulsar el mando hacia delante o hacia atrás:Il Cavaliere estaba allí, en casi todas las cadenas.

Con una mano en el corazón y voz firme a pesar de la continua "agresión planificada de los jueces". Porque, queridos italianos y españoles que seguís la veinteañera historieta, por si no lo sabíais, la política "también se puede hacer fuera del Parlamento" y él, Silvio Berlusconi, continuará haciéndola, "podrido o no".

Vuelve Forza Italia, el partido que nació en 1994, cuando Berlusconi se presentó a las elecciones del Parlamento italiano por primera vez. La invitación a todos sus seguidores a participar en política en primera persona es la "última llamada antes de la catástrofe".

En dieciséis largos minutos, Silvio Berlusconi habló de sus ministros aliados, de una izquierda que por suerte no ha logrado ganar nunca en el país, de una "sentencia política monstruosa". Insistió en que no ha cometido "ningún delito" y en que es "absolutamente inocente", y advirtió de que los jueces "comunistas" que le han condenado en firme a cuatro años de cárcel por fraude fiscal "se hacen ilusiones" si creen que lograrán apartarle de la política . Todo esto siempre hablando de su Italia querida, por cierto.

Luego el pasodoble: ¡Italianos a por la rebeldía! "A todos los italianos honestos y de buen corazón les digo: ¡reaccionad, protestad, haceos oir! Tenéis el deber de hacer algo fuerte, grande, para salir de la situación en la que hemos caído".

Hay que tomar la bandera de Forza Italia para ganar la mayoría de los votos, porque "la única manera en que podemos hacer el bien en el Parlamento de volver a Italia para ser una verdadera democracia y nos libre de la opresión de la justicia y de hacienda".

En cuanto a él, queridos italianos y amigos españoles, no "es el asiento que hace un líder, sino el consenso popular, que nunca perdí y estoy seguro que no voy a perder en el futuro. Estaré siempre con vosostros".

"Forza Italia, Forza Italia, Forza Italia. Viva Italia, viva la libertad. La libertad es la esencia del hombre y Dios, creando al hombre, lo ha querido libre".

¿Pero Dios o él? Bueno, no importa. Bienvenidos a 1994.