Adiós a la Golden Visa para los extranjeros en España: los turistas se lanzan en masa al 'visado no lucrativo' de muy fácil obtención

Los días de la Golden Visa, el permiso de residencia que, en el caso de España, se otorga a los ciudadanos de fuera de la Unión Europea a cambio de inversiones significativas en el territorio, están más que contados. Será el próximo mes de abril, tres meses después de la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la ley que fijaba la fecha en la que se pondría fin a una normativa aprobada en 2013 durante el Gobierno de Mariano Rajoy.

La entrada en vigor de la nueva norma, que respetará aquellas solicitudes que se realicen antes de la fecha establecida para su fin, dejará fuera a muchos ciudadanos no europeos que buscaban asentarse en territorio español con una Golden Visa, como ocurre con los británicos. Por eso, medios de comunicación de Reino Unido hablan ya de una alternativa a la que han recurrido muchos para vivir en España sin problemas: el visado no lucrativo.

Este permiso, disponible para ciudadanos de fuera de la Unión Europea que quieren vivir en España y tienen los recursos económicos suficientes para vivir en un país extranjero sin necesidad de tener un trabajo, es más sencillo de obtener que la Golden Visa, si se cumple con los requisitos de ahorro exigidos. 

El visado no lucrativo concede la posibilidad de residir legalmente en España y otorga un permiso de un año, renovable por cuatro años más siempre que se sigan cumpliendo los criterios de residencia. Después de cinco años continuos viviendo en el país, en la tercera renovación se puede solicitar la residencia permanente. Con ese estatus, los residentes podrán acceder a la sanidad pública, disfrutar de descuentos en el transporte y también pueden beneficiarse de ventajas reservadas a los ciudadanos y residentes permanentes.

Para conseguir la residencia permanente, es imprescindible haber vivido en España de manera continua durante cinco años, con una ausencia máxima de seis meses durante un año. En el total, las ausencias durante el lustro no pueden superar los diez meses. Una vez concedida la residencia permanente, los períodos de ausencia se amplían a los 12 meses seguidos o un total de 6 años dentro del período de validez de la tarjeta de residencia.

Anteriormente, se podía perder la residencia temporal si la ausencia superaba los seis meses en un solo año, pero esta norma ha sido eliminada. Sin embargo, las oficinas de extranjería pueden aplicar criterios diferentes, lo que podría derivar en largos y costosos procesos de apelación en caso de rechazo. Permanecer en España durante los primeros cinco años sigue siendo la opción más segura para asegurar la residencia permanente.