Adiós al magnate ruso de una de las fincas más conocidas de Menorca: el nuevo dueño la convierte en el edén del vino y olivares
Se ha transformado en cuestión de años.

Una de las fincas más conocidas de Menorca, la de Alparico, ha cambiado de manos, en una operación que ha significado bastante más que la de un cambio de dueños y de gestión.
Ha pasado de formar parte de un lugar de recreo de un magnate ruso a dar un giro de 180 grados a su uso y ofrecer una proyección de futuro, con una mejora de la producción en sus instalaciones.
Según informa Menorca.info, ha apostado por incorporar nuevas tierras de fincas colindantes con la producción de vino y la instalación de más olivos. En total, suma 327 hectáreas, tras la ampliación de 100 más.
Sus actuales propietarios son franceses y han contratado a 14 empleados más, con la previsión de crear más puestos de trabajo para poner en marcha la bodega de vino que están desarrollando.
El citado medio asegura que fue en 2017 cuando Somlenski decidió vender la finca de 226 hectáreas a "unos enamorados de Menorca". Tras la adquisición, se pudo ampliar en 58 hectáreas en 2019.
En sus campos hay 150 almendros, decenas de hectáreas para cultivar cereales y unos 7.000 metros cuadrados de árboles frutales. Además, también tiene una ganadería dedicada al caballo de pura raza y obtuvo el título de mejor ganadería insular. Tienen 18 ejemplares.