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Adiós al mejillón que busca denominación de origen en España: el estrés eleva el riesgo de mortalidad

Adiós al mejillón que busca denominación de origen en España: el estrés eleva el riesgo de mortalidad

Las altas temperaturas del agua obligan a cambiar sus ciclos de producción.

Mejillones recién capturados.Getty Images

El puerto de Maó, en Menorca, está emergiendo como un espacio estratégico para el desarrollo de la acuicultura regenerativa gracias a sus características únicas y su historia como productos de mariscos. Pero también enfrenta serias amenazas.

El cambio climático y el aumento de la temperatura del Mediterráneo están impactando gravemente en la producción de mejillones en el puerto de Maó. Las aguas del Mediterráneo, que se calientan a un ritmo más rápido que otras regiones, están poniendo a los mejilloneros en una situación crítica, obligándolos a cambiar sus ciclos de producción para evitar las altas tasas de mortalidad en los meses más calurosos.

Paco González, de Muscleres González, explica en Menorca.info que la producción de mejillones antes podía extenderse hasta septiembre o incluso diciembre, pero ahora el riesgo de perder gran parte de la cría en agosto, cuando el agua alcanza temperaturas extremas, es demasiado alto. Por ello, los productores han optado por concentrar su actividad y vender todo antes de finales de julio.

En 2022, por ejemplo, González sufrió una pérdida del 50% de los mejillones restantes en las bateas durante agosto. Ahora, aunque esta decisión les deja sin mejillones en plena temporada turística, el riesgo económico de mantener la producción en los meses de mayor calor es insostenible.

Por su parte, Manuel Cabrera e Hijos, la otra empresa mejillonera del puerto, produjo 70 toneladas en 2024, mientras que Muscleres González alcanzó las 120 toneladas, ambas adaptando sus calendarios a las nuevas condiciones climáticas.

El estrés térmico, el gran enemigo del mejillón

El mejillón tiene un rango óptimo de temperatura para su desarrollo, y cuando las aguas superan los 26-27 grados, los moluscos sufren estrés térmico. Esto no solo afecta su crecimiento y reproducción, sino que puede causar mortalidad masiva.

"En junio, el Mediterráneo ya empieza a ser demasiado cálido, por lo que tenemos que adaptar todo el ciclo de producción", señala Ignasi Gairín, investigador del Institut de Recerca i de Tecnologia Agroalimentaria (IRTA). Según Gairín, la subida de las temperaturas del mar está obligando a los productores a replantear sus estrategias para minimizar pérdidas.

Mover las bateas, una posible solución

Durante una jornada sobre acuicultura regenerativa organizada por el GOB, se debatieron soluciones para hacer frente a los efectos del cambio climático en la producción de mejillones. Una de las propuestas fue mover las bateas de la zona de S’Altra Banda, donde actualmente se encuentran, a áreas del puerto con temperaturas más bajas, como la orilla sur.

Estas zonas, con mayores profundidades y protegidas por el acantilado, ofrecen sombra y podrían reducir el impacto del calor. Sin embargo, esta parte de la rada está más expuesta al viento, lo que podría complicar la logística y la estabilidad de las bateas.

No obstante, esto podría ayudar a lograr la propuesta planteada por Gairín de que los mejillones de Maó obtengan una denominación de origen protegida (DOP). Para ello, sería necesario que todo el ciclo de vida de estos moluscos, desde la reproducción hasta el engorde, se desarrollara íntegramente en Menorca. De ahí la necesidad de mejorar sus condiciones de vida en la isla.

EL HUFFPOST PARA PMS

Paco González ve con optimismo esta propuesta, ya que actualmente deben adquirir mejillones fuera de la isla, lo que incrementa los costos. En este sentido, concluye que este año, en Italia, la mortalidad de la cría ha llegado al 90% en algunas zonas, lo que ha reducido la oferta y aumentado los precios. Esto pone en evidencia la importancia de producir los mejillones en Menorca.