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El gesto que hacen casi todos los europeos menos los españoles que acaba con el 96% de las bacterias en casa

El gesto que hacen casi todos los europeos menos los españoles que acaba con el 96% de las bacterias en casa

"No es una obsesión con el orden. Se trata de salud, seguridad e higiene".

Imagen de archivo de un hombre quitándose los zapatos en casa.Getty Images

Durante décadas, la madre de Manal Mohammed, profesora titular de Microbiología Médica en la Universidad de Westminster (Reino Unido), mantuvo una regla inquebrantable en casa: nadie podía entrar con los zapatos puestos. "No importa quién seas. Familiar, vecino o invitado, debe retirarlos antes de cruzar el umbral", recuerda en un artículo escrito a The Conversation y recogido por la BBC.

De niña, esta práctica tan extendida en Europa, aunque menos en España, le parecía una excentricidad, pero con los años, adquirió sentido e incluso demostró científicamente ser positiva para la salud: "Comprendí que no era una obsesión con el orden. Se trataba de salud, seguridad e higiene". Y es que el calzado que usamos a diario actúa como un vehículo de transporte para una variedad de sustancias negativas para el ser humano.

  Zapatero desmontable de tamaño reducido para colocar en la entrada de casa.

La suciedad visible es solo la punta del iceberg. Lo más preocupante son los contaminantes invisibles. "El calzado para exteriores transporta bacterias, alérgenos y productos químicos tóxicos, muchos de los cuales pueden provocar graves problemas de salud", advierte Mohammed.

Un estudio de la Universidad de Arizona reveló que el 96% de los zapatos analizados contenían bacterias coliformes, propias de las heces. Más alarmante aún, el 27% dio positivo para Escherichia coli (E. coli), algunas cepas de las cuales pueden causar infecciones potencialmente mortales. 

"Estas toxinas pueden provocar diarrea sanguinolenta e incluso insuficiencia renal", explica la experta. Los niños menores de cinco años son especialmente vulnerables por su sistema inmunológico en desarrollo.

Pero no son solo bacterias. También hay riesgos químicos. "Los zapatos pueden contener pesticidas, herbicidas y metales pesados como el plomo", señala. La exposición al plomo, por ejemplo, puede tener consecuencias graves en el desarrollo cerebral de los niños. Además, alérgenos como el polen y compuestos cancerígenos presentes en el asfalto pueden ingresar a nuestros hogares a través de las suelas del calzado.

"¿Y quién pasa más tiempo cerca del suelo? Niños y mascotas", sugiereMohammed. Gatean, juegan, se llevan las manos a la boca o se lamen las patas, lo que aumenta el riesgo de exposición. Por suerte, la solución es sencilla, concluye: "Al quitarse los zapatos al entrar, no solo evita que la suciedad manche la alfombra, sino que también reduce significativamente la exposición de su familia a gérmenes y productos químicos nocivos".

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