Un taller oficial pide 11.000 euros por la reparación: acaba encontrando la pieza por 1 euro y en 20 minutos
A la segunda va la vencida.

Las reparaciones de los coches, especialmente aquellos que son de lujo, suponen un gasto importante para nuestro bolsillo. Sin embargo, en algunas ocasiones, la avería que tiene el automóvil puede ser más sencilla-y económica-de lo que algunos talleres exigen. Es lo que le ocurrió a Carl Hartley, un empresario automovilístico, el cual durante una revisión en un taller especializado fue notificado de que su Bugatti Veyron necesitaba el cambio de un botón de ajuste de los retrovisores, por el que le pedían un presupuesto de 11.000 euros.
Según el técnico, el motivo por el que el precio era tan alto era porque tenían que desmontar la carrocería entera para la modificación. Sin embargo, el hombre, incrédulo con la propuesta del taller, decidió acudir a otro, especializado en recambios de Fórmula 1, para contar una segunda opinión. Su sorpresa fue mayor aún cuando le dijeron el nuevo presupuesto: 1,16 libras (1,17 euros), es decir, un 99,98% más barato que lo que le había pedido el anterior mecánico para solventar la avería. Además, la reparación fue completada en tan solo 25 minutos y a cambio, Neil pidió-humorísticamente- una cerveza.
Cuando preguntó por qué era tan económico, el hombre le explicó que la pieza que buscaba era idéntica a la de un Volskwagen Transporter común, por lo que podía usarse perfectamente. Y es que la marca es propiedad del grupo Volkswagen, por lo que el Bugatti se desarrolló, fabricó y comercializó bajo la supervisión del equipo alemán. Ello supone que se pueden emplear algunas piezas de las diferentes marcas que tiene la compañía, entre ellos Audi.
Cabe destacar que reparar este deportivo de más de 1.000 CV puede resultar altamente costoso. Según las directrices, la revisión anual puede costar hasta 25.000 euros, un filtro de trasmisión puede valer hasta 3.000 euros y la mano de obra puede superar las 27 horas.