Investigadores quedan asombrados al descubrir la especie que roba los huevos de ave amenazada de muerte en España
Menos de 1.500 ejemplares de urogallos sobreviven en España.
El urogallo, ave de aspecto imponente y de llamativo comportamiento nupcial, representa uno de los emblemas de conservación de los bosques de montaña.
Según Seo BirdLife, es una especie ligada a la taiga boreal de coníferas de toda Eurasia, donde aún es abundante, pero en España apenas se mantienen dos razas singulares en la Cordillera Cantábrica y los Pirineos. Menos de 1.500 ejemplares sobreviven en España, donde ha experimentado uno de los más acusados declives de entre todas nuestras aves, sobre todo en el área cantábrica, donde se considera que la población está en el umbral de un proceso regresivo que podría abocarla a la extinción.
Investigadores de la Universidad de Oviedo y de la Universidad de León han llevado a cabo un nuevo estudio para tratar de dar solución a uno de los problemas que amenazan la supervivencia de dicha especie: su escaso éxito reproductor y la depredación de sus nidos.
Según cuenta Jara y Sedal, los datos son espeluznantes: de un total de 53 nidos, el 64,63%, fueron depredados. Las garduñas y las martas, a pesar de ser las especies menos abundantes, resultaron ser las que presentaron mayores tasas de depredación de nidos, con un 23%. A estas les siguieron los zorros, con un 11%; y los jabalíes, con un 4%. En cambio, en el 27% de los casos, los depredadores no pudieron ser identificados.
El pasado mes de agosto, el Departamento de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón inició los trabajos forestales de mejora del hábitat del urogallo en el Pirineo. El objetivo es conseguir gradualmente estructuras forestales heterogéneas que, además de asegurar la persistencia y la estabilidad de la masa forestal, incrementen los niveles de madurez del bosque de acuerdo con los parámetros estudiados sobre el hábitat óptimo para el urogallo.
Así, se trata de que las masas forestales tratadas dispongan de espacios abiertos junto a zonas de bosque aclarado, de modo que se permita la entrada de luz para el desarrollo de especies productoras de frutos e insectos, además del vuelo del urogallo a través del bosque.