La policía cree oír a una mujer gritar en la furgoneta: ningún entrenamiento le habría preparado para el descubrimiento
Policías y bomberos pudieron completar la extraña misión.
Se dice que los policías tienen que prepararse para cualquier cosa que puedan encontrar en su desempeño profesional día tras día. Pero lo que se encontraron varios agentes en la localidad francesa de Crigny (al sur de París) es imposible que se pueda preparar.
La prensa gala se hace eco del extraño hallago ocurrido el pasado 23 de noviembre. De repente, un hombre escuchó un grito desgarrador, extraño, proveniente de una furgoneta que estaba aparcada.
El hombre en cuestión creyó escuchar a una mujer pidiendo auxilio. Así, llamó de inmediato a la policía. Rápidamente se presentó una patrulla de la cercana comisaría de Juvisy-sur-Orge. Forzaron la puerta del vehículo y pudieron proceder al rescate.
La sorpresa llegó cuando descubrieron que no había ninguna mujer, sino tres cabras. Estaban atadas por las patas, sin agua y hacinadas entre objetos de todo tipo que se distribuían por el amplio espacio de la furgoneta.
La policía sacó con cuidado los animales, que estaban en shock y al filo de la asfixia. Con urgencia se presentaron los bomberos, que salvaron a las tres cabras con un tratamiento de primeros auxilios.
Como explica Anne-Claire Chauvancy, presidente de Acción Protectora Animal, al medio Actu, "cuando una cabra está extremadamente estresada, suelta un grito muy particular que puede atribuirse a un ser humano".
