Lo que no te cuentan de vivir en una furgoneta reconvertida en vivienda
No todo son ventajas.
Cada vez se ven más. Y los datos de venta, según datos de vanlifemag.fr, recogidos por Neozone, las ventas lo demuestran: se han disparado un 156,8% en cinco años.
Pero no es oro todo lo que reluce, y eso es lo que tratan de explicar en el citado medio, no para decir que no es una buena alternativa vacacional, sino para que nadie se lleve a equívoco. ¿Cuáles son los principales inconvenientes?
Una furgoneta clásica, que no camper, no tiene ni aseo ni baño, por lo que habrá que tirar del campo o de baños públicos. Hay más: una furgoneta de este tipo no tiene demasiado espacio para hacer 'vida' en su interior, algo que si se viaja en familia, puede ser un poco estresante.
Tampoco es que los colchones sean especialmente cómodos. No se puede disponer de un colchón jugoso de mucho grosor. Lo lógico es que sean colchones estrechos y hasta las sillas suelen ser bastante incómodas. A todo ello se le suma además la falta de privacidad o la ausencia de grandes medidas de seguridad, pero tampoco es que todo sean desventajas...
Este tipo de furgonetas tiene una gran ventaja, y es la libertad de movimiento. ¿Que no tienes reserva? Qué más da. Eres libre de comer, dormir o ir a donde quieras. Y eso no siempre tiene precio.