Ni en Asia ni en Europa: la primera calle iluminada del mundo está en el gigante americano
La ciudad, en ese momento, era un centro de innovación y desarrollo industrial.

En la vasta historia de la humanidad, pocos avances han tenido un impacto tan profundo en la vida cotidiana como la iluminación pública. Desde las antorchas hasta las modernas luces LED, la evolución de la iluminación ha transformado nuestras ciudades y cómo vivimos en ellas. Sin embargo, pocos conocen que el primer paso significativo en esta evolución tuvo lugar en el continente americano.
La primera calle iluminada del mundo no solo representa un avance tecnológico, sino también un símbolo de progreso y modernidad. Este hito, que ocurrió en el siglo XIX, cambió para siempre la forma en que las personas interactuaban con su entorno urbano durante la noche. A continuación, exploramos los detalles de este acontecimiento histórico, los trámites y procedimientos que lo hicieron posible, y los datos relevantes que lo rodean.
La historia de la primera calle iluminada del mundo comienza en la ciudad de Cleveland, Ohio, en los Estados Unidos. En 1879, la calle Public Square se convirtió en la primera en ser iluminada con luz eléctrica, gracias a la invención de Charles F. Brush. Brush, un ingeniero e inventor estadounidense, desarrolló la lámpara de arco, una tecnología que utilizaba la electricidad para producir luz mediante el arco eléctrico entre dos electrodos de carbono.
El proceso para iluminar Public Square no fue sencillo. Requirió una serie de trámites y aprobaciones por parte de las autoridades locales. En primer lugar, Brush tuvo que demostrar la viabilidad de su tecnología. Para ello, realizó varias demostraciones públicas, mostrando cómo sus lámparas de arco podían iluminar grandes áreas de manera eficiente. Estas demostraciones convencieron a los líderes de la ciudad de Cleveland de que la iluminación eléctrica era el futuro.
Una vez obtenida la aprobación, se inició el procedimiento de instalación. Este proceso implicó la colocación de postes de luz a lo largo de Public Square y la instalación de generadores eléctricos para alimentar las lámparas de arco. Los generadores, que eran grandes y ruidosos, se ubicaron en edificios cercanos para minimizar el impacto en la vida cotidiana de los residentes. La instalación de las lámparas de arco también requirió la contratación de trabajadores especializados, quienes se encargaron de montar y ajustar las lámparas para asegurar una iluminación uniforme.
El 29 de abril de 1879, Public Square se iluminó por primera vez con luz eléctrica. Este evento atrajo a una gran multitud de residentes y visitantes, quienes quedaron maravillados por la brillantez y claridad de la luz. La iluminación de Public Square no solo mejoró la seguridad y la visibilidad durante la noche, sino que también marcó el comienzo de una nueva era en la iluminación urbana.
La elección de Cleveland como la primera ciudad en tener una calle iluminada eléctricamente no fue casual. La ciudad, en ese momento, era un centro de innovación y desarrollo industrial. La presencia de inventores como Charles F. Brush y la disposición de las autoridades locales para adoptar nuevas tecnologías hicieron de Cleveland el lugar ideal para este experimento pionero.
Además de los trámites y procedimientos técnicos, la iluminación de Public Square también implicó consideraciones financieras. La ciudad de Cleveland tuvo que invertir una cantidad significativa de dinero en la infraestructura necesaria para soportar la iluminación eléctrica. Esta inversión incluyó no solo los generadores y las lámparas de arco, sino también el cableado y otros componentes esenciales. A pesar del costo inicial, la ciudad reconoció los beneficios a largo plazo de la iluminación eléctrica, como la reducción de la delincuencia y la mejora de la calidad de vida de sus residentes.
La iluminación de Public Square en Cleveland en 1879 fue un evento que resonó en todo el mundo. Otras ciudades pronto siguieron el ejemplo de Cleveland, adoptando la iluminación eléctrica para sus calles y espacios públicos. Este avance tecnológico no solo transformó la vida urbana, sino que también sentó las bases para futuras innovaciones en la iluminación y la energía.