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Sandra Ortonobes, la biomédica que arrasa con 'La Hiperactina': "La salud no debería ser un negocio, pero en parte lo es"

Sandra Ortonobes, la biomédica que arrasa con 'La Hiperactina': "La salud no debería ser un negocio, pero en parte lo es"

Su canal de YouTube tiene más de 2,4 millones de seguidores y se ha convertido en la referencia en el mundo de la divulgación científica relacionada con el cuerpo humano y la salud. 

La divulgadora científica Sandra Ortonobes, conocida como La Hiperactina.Imagen cedida

El 3 de octubre de 1987 TVE estrenó en España la serie Érase una vez... el cuerpo humano. Esa serie consiguió que miles de niños y adolescentes se engancharan a conocer de forma muy amena cómo funcionaban los sentidos, las células, los músculos o el esqueleto humano. Ahora, casi cuatro décadas después de ese día, divulgadoras como Sandra Ortonobes se han convertido en las sucesoras de esa histórica y educativa serie. 

Esta joven catalana de 31 años, conocida como La Hiperactina, ha conseguido ser la referencia de la divulgación biomédica desde que en 2018 se abriera su canal de YouTube, donde ahora tiene ya más de 2,4 millones de seguidores y vídeos con millones de reproducciones.

Su pasión por dar a conocer "todo lo relacionado con el cuerpo humano" sumado a que las salidas profesionales de la carrera vinculadas a la investigación científica no le convencían le llevaron a lanzarse al mundo de la divulgación. Estaba trabajando en 2016 en un laboratorio austriaco cuando un compañero le comentó que existía el mundo de la divulgación y que hay científicos que acercan la ciencia a la sociedad. 

"Empecé a buscar y se me abrió todo este mundo. Yo tenía clara mi vocación, pero no sabía qué nombre tenía y ahí ya vi que lo mío era la divulgación científica", echa la vista atrás Ortonobes en una conversación con El HuffPost. De esta forma, además, ha podido fusionar sus dos pasiones: la biomedicina y la comunicación científica, de la que cursó un máster. 

"Creo que no hay casi nada más interesante que el cuerpo humano y su salud porque al final a todos nos interesa. Todo aquello que yo pueda contar en mis vídeos siento que es algo que se puede aplicar en el día a día y eso es lo que yo ya notaba cuando estudiaba biomedicina", confiesa.

De forma paralela, en 2017 le diagnosticaron la enfermedad celíaca. Esto hizo que investigara, buscara información y profundizara en el tema dándose cuenta que falta mucho por explicar en vídeos como YouTube. "Casi siempre veía que eran vídeos en los que no necesariamente se habían informado bien de ese tema. Entonces, ahí me apeteció crear un vídeo divulgativo informando bien sobre este tema, que estuviera en redes y que pudieran consultar tanto pacientes celíacos como gente que no sabe de qué va la cosa, pero que tenga curiosidad, y así fue como me lancé con ese primer vídeo", rememora.

Ortonobes estrenó el canal de La Hiperactina con un vídeo que tituló ¿Qué es el gluten? y ¿Por qué la moda del gluten free no tiene sentido?: "Tenía un tono de humor, como una víctima celíaca enfadada porque la sociedad come sin gluten sin razones. Era como un poco con ese enfoque. Funcionó increíble ese vídeo, tuvo mil visitas el primer día y hasta esa noche no dormí porque me hizo muchísima ilusión ver que a la gente le había gustado". 

Desde entonces siguió subiendo contenido en sus ratos libres que tenía muy buena acogida, como un vídeo relacionado con la vacuna contra el VIH u otro sobre el sistema linfático, y viendo como su canal iba ganando cada vez más seguidores. Todo ello, mientras lo compaginaba con otros trabajos como el que tuvo hasta 2020 de comunicación científica en el Instituto de Ciencias Fotónicas de Barcelona (ICFO).

"También escribí un libro (¿Qué puede salir mal? Cómo sobrevivir a un mundo que intenta matarte) hasta que llegó un momento en el que no tenía un trabajo y un hobby, sino que tenía un trabajo y otro trabajo, porque es que me ocupaba mucho tiempo. Ahí fue cuando, en el momento pandemia, decidí dejar mi trabajo a jornada completa y dedicarme solo a la divulgación científica", señala. 

"La ciencia interesa y mucho a los jóvenes"

Ortonobes, de la mano de su éxito, ha podido desmentir de primera mano un mantra que se repite de vez en cuando en la sociedad: el que a los jóvenes no les interesa la ciencia y que cada vez están más alejados.

"He hecho vídeos que pensaba que no iban a interesar, pero que me apetecía hacer y han reventado. A mí las redes en esos momentos me demuestran que la ciencia interesa mucho más de lo que nosotros nos creemos e interesa más de lo que parece a la gente joven. La gente tiende a meterse mucho con ellos, pero las estadísticas me dicen que me ve gente joven", apunta la biomédica, que en TikTok e Instagram, dos redes monopolizadas por estos perfiles, cuenta con medio millón de seguidores.

Para ella, lo que faltaba era acercar la ciencia a la población de una forma amena, divertida, pero educativa y formativa. "Recibo comentarios de gente alejada de este mundo que ve mis vídeos y les gustan. Soy muy consciente de que este vídeo lo tiene que ver mi madre, mi padre y lo tienen que entender, es decir, quiero hacer un contenido que sea profundo porque tampoco me quiero quedar en lo superficial, pero que lo entienda cualquier persona", afirma la divulgadora, que señala que también tiene una buena acogida entre investigadores porque "ellos están ahí en el día a día haciendo ciencia y nosotros la explicamos".

Además, se ha sabido adaptar a los diferentes formatos que han ido surgiendo desde que empezó en YouTube. "Por ejemplo, con los vídeos cortos de TikTok o los reels de Instagram la ciencia se te cuela sin ir a buscarla, son rinconcitos que hacen que sea más fácil llegar a la gente".  

Sin embargo, tener tanta presencia también lleva comentarios negativos y críticas y hasta de personas con cualquier tipo de teoría. Ahora, reconoce, ya no tiene intención de contestarles y de convencerles de que están equivocados.

"Al principio sí que tenía esa actitud de intentar hacerles cambiar de opinión y explicarles por qué no es así, pero llega un punto en el que te das cuenta que la gente que tiene un pensamiento dogmático, como no ha construido en base a argumentos lógicos, no lo va a deconstruir en base a esos argumentos lógicos. Si piensas de forma dogmática en algo, lo haces como una fe casi ciega y por mucho que yo te diga que hay estudios científicos que demuestran lo contrario, si tú crees en lo tuyo me lo vas a rebatir de cualquier forma. Me vas a decir que es lo que el gobierno quiere que pienses, que me pagan por decir esto o que estamos ciegos", indica, siendo consciente que tiene que renunciar a esa gente con ese pensamiento cerrado que solo la va a criticar. 

"No puedo entrar a sus casas y darles con un machete hasta que cambien su opinión, yo solo hago vídeos para la gente que quiera aprender, que esté dispuesta a escucharme y si luego quiere mirar estudios por su cuenta, de hecho, hasta me parece positivo", sentencia Ortonobes. 

Pone el ejemplo de un vídeo que hizo respecto al cannabis y que le llevó dos meses buscar información y documentarse, pero que le trajo problemas: "Leí un montón de papers sobre qué estudios se habían hecho para entender si había más beneficios para la salud o más perjuicios. Siempre son grises, nunca es blanco o negro. Entonces hice un vídeo hablando de los peligros de fumar cannabis a largo plazo y salió mucha gente a insultarme, negándolo y diciéndome que viene de una planta y que no es una droga. Todo eran argumentos de no me gusta que me estés diciendo algo que no quiero creer".

La salud como negocio

Ortonobes no tiene ningún problema en responder con un sí a la pregunta de si la salud se ha convertido en un negocio. "Por supuesto, por desgracia sí que lo es, pero ¿qué hay que no sea un negocio? La salud no debería ser un negocio, pero en parte lo es".

Uno de los últimos casos que se ha visto es con el medicamento Ozempic, originalmente diagnosticado para pacientes con diabetes tipo 2, pero que ahora se usa para perder peso. 

"Estamos viendo es un medicamento que sale para la diabetes tipo 2 y funciona muy bien con esas personas, que suelen tener también un problema de sobrepeso van relacionadas. Entonces, como se ve ese beneficio en la obesidad de pacientes con diabetes tipo 2 se preguntan si lo usamos para pacientes con obesidad, se dan cuenta de que funciona y se empieza a comprar en masa dejando a las personas diabéticos sin él. Además, salen famosos que no necesariamente tampoco tienen obesidad, pero que quieren estar más delgados, diciendo públicamente que se lo toman, como Elon Musk y todo esto hace que la gente también lo quiera", describe.

La experta subraya que con el marketing y las redes "se ha conseguido que compre en masa un fármaco para alcanzar un fin que, por desgracia, es estético y tener el cuerpo perfecto entre mil comillas, porque ni siquiera se sabe lo que es un cuerpo perfecto" .

Lo mismo pasa con el ayuno intermitente, contra el que tienen que luchar cada cierto tiempo porque algún famoso decide promocionarlo. "Hay que esperar unos años para ver qué pasa y no cambiar rutinas porque no sabemos qué pasa a largo plazo con el ayuno, hay muchos tipos y hay que esperar. Vamos a recuperar datos, ver los beneficios y ahí ya se verá, pero queremos buscar la pastilla que me va a hacer vivir 150 años y que me digan que con el ayuno me voy a limpiar el cuerpo por dentro y me va a hacer no sé qué", finaliza Ortonobes, que va a continuar siendo una de las protagonistas de Érase una vez... el cuerpo humano, esa serie que califica como la mejor y que ahora ella se encarga de dar continuidad de una forma diferente.

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Alfredo Pascual es redactor de Virales en El HuffPost en Madrid. Escribe sobre noticias de televisión, política, redes sociales, deporte, etc. Estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y un máster en Periodismo de investigación, datos y visualización en la UNIR. Antes de entrar en El HuffPost estuvo en la Cadena Ser y en el Heraldo de Aragón. Puedes contactar con él en alfredo.pascual@huffpost.es