Un cambio en el tomate de Marruecos aumenta la presión sobre el máximo competidor español
En los supermercados, su precio roza el euro.

Los consumidores marroquís andan preocupados con el aumento del precio del tomate. Este jueves, los precios al por mayor han alcanzado los 220 dirhams (21 euros) por caja, lo que equivale a 0,70 céntimos el kilogramo. En los supermercados, han aumentado hasta rozar el euro.
En declaraciones obtenidas por el medio Morocco World News, Abdelkabir Maidan, secretario general de la Asociación del Mercado Mayorista de Frutas y Verduras de Casablanca, ha lamentado que "la disponibilidad supera la demanda". Además, ha insistido que "incluso las frutas de menor calidad" ahora se venden a precios elevados.
El mandatario atribuye este aumento a varios factores. Ha señalado que "la inmensa competencia de los mercados internacionales y los acuerdos de exportación dan prioridad a los envíos en Europa y África". Además, "la escasa supervisión y la deficiente gestión del mercado también han creado disparidades entre agricultores, comerciantes y consumidores".
Además, ha criticado, en su declaración, a los intermediarios y especuladores que explotan el mercado. "Están persiguiendo ganancias rápidas a expensas de todos", asegura. A esto se le añade, "las difíciles condiciones naturales con la escasez de lluvias y el aumento de los costos de producción".
En este sentido, Bouazza Kharrati, presidente de la Federación Marroquí de Derechos del Consumidor, ha hablado, en declaraciones también recogidas por el medio, sobre el papel del frío en el rendimiento del tomate. Las heladas, dice, reducen la productividad, lo que hace subir los precios.
"Las familias marroquíes ya luchan con los altos precios, especialmente aquellas con ingresos limitados", ha declarado. Además, aclama a las autoridades intervenir antes de que la situación se deteriore aún más, "especialmente con la proximidad del Ramadán, cuando la demanda de alimentos alcanza su punto máximo".
El organismo que preside ha anunciado propuestas para hacer frente a la crisis. Estas incluyen "un control más estricto para evitar el acaparamiento, la lucha contra las prácticas de precios injustos y la protección de los derechos de los consumidores en los mercados mayoristas y minoritas". Además, de salvaguardar "la protección de los derechos de los consumidores mediante la represión del fraude".