Un propietario denuncia que la Policía le desalojó de su casa okupada: "Me dijeron que ya no lo es"
Los agentes tenían un vídeo que demostraba que los usurpadores llevaban más de 48 horas viviendo allí, lo que impide un desalojo inmediato.

Dicen que han pagado los platos rotos y piden que su caso sirva para dar voz al resto de sucesos parecidos que no salen a la luz y que esto lleve a cambiar la ley que regula las desokupaciones de viviendas. Se trata de Jordi Riera, un hombre de Girona al que la Policía le ha acabado echando de su propia vivienda okupada y que asegura que la legislación actual castiga a muchos propietarios.
Según este propietario, en su caso, los okupas hanganado. Y es que este caso de Girona lo ha sacado a la luz el propio afectado gracias a alas redes sociales por el afectado, en concreto, en X. En esta red denunció que cuando llamó a la Policía para protegerse de las amenazas que estaba sufriendo por tres individuos acabó con ellos en el piso y con los propios agentes obligándole a abandonarlo. Así lo ha contado en una entrevista en el programa Tot es mou, de Tv3.
"Los hombres empezaron a amenazarnos, mientras nosotros, desde dentro, intentábamos mantener la calma. En este punto, decidimos llamar a la Policía Municipal de Girona para pedir ayuda", relató este propietario en 'X' sobre el momento en el que empezó todo. Acudió a la casa porque le avisaron unos vecinos de que habían escuchado ruidos en su casa durante la semana anterior, momento en el que él no se encontraba en ella.
La versión del dueño de la casa es que la Policía dio la razón a los okupas y le invitó a abandonar el domicilio por "un vídeo grabado por ellos durmiendo entre mantas y cocinando en una casa sin gas, agua ni luz". Dijo que los agentes "decían que tenían un vídeo de ese día en el que se detectó la presencia de gente en la casa, con personas en la casa cocinando cuando la casa no tiene ni luz, ni gas ni agua caliente". "La Policía dictaminó que era más creíble que fuera su casa que el hecho de que yo estuviera dentro de 'su' casa. Así que me avisó de que si no se marchaba de casa debían imputarme un delito de usurpación de hogar y que la consecuencia podría ser que tuvieran que detenerme".
"Estábamos siendo expulsados de nuestra casa por los okupas", afirmó el dueño de la vivienda. Pero, a continuación, dijo que lo más perplejo le dejó fue que los agentes le dijeran: "Esto es su inmueble pero ya no es su casa". El quid de la cuestión está en que el vídeo en cuestión demuestra que los okupas llevaban más de 48 horas en el domicilio, lo que impide que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad puedan expulsarlos de manera inmediata y solo les queda a los propietarios recurrir por la vía judicial para intentar que se ordene su desalojo, no que no es tan sencillo y nada rápido.