Una niñera de hijos multimillonarios recorre el mundo en jets privados y su sentencia es atronadora: "Las familias menos ricas son más respetuosas"
Se podría aplicar el dicho de: "No es oro todo lo que reluce".

Estar rodeada de lujo, glamour, viajes y dinero no siempre es tan bonito como podría parecer a simple vista. La historia de Kathryn Lord así lo atestigua, y tras ver cómo relata su experiencia, se puede llegar a la conclusión de que no todo tiene un precio.
Su historia es muy peculiar, ya que se trata de una niñera profesional. Hasta el punto de haber sido nominada como mejor niñera del año en 2022. Según cuenta al medio británico Daily Mail, comenzó siendo niñera desde muy joven, ya que sus padres tenían una guardería, por lo que su relación con los niños es muy estrecha y especial desde siempre.
Sin embargo, su vida dio un giro total cuando, tras solicitar trabajo en una agencia de niñeras, le tocó el 'Gordo'... o eso creyó ella. De repente, un multimillonario llamó a su puerta para contratar a Lord como la niñera de sus hijos y también para cuidar a los hijos de unos amigos.
Como pueden imaginarse, ser la canguro en una familia de millonarios tiene su lado positivo: el salario. Pero también su lado negativo: los comportamientos y caprichos de "niños mimados", según relata.
Y es que, pese a experimentar una vida envidiable: jets privados, viajes por todo el mundo y regalos lujosos -además de un muy buen sueldo-, para Kathryn, "no todo es tan hermoso".
"He volado en primera clase en casi todo el mundo, he hecho realidad algunos de mis sueños e incluso mis jefes me regalaron una visita guiada a Table Mountain en Ciudad del Cabo, algo que era un sueño desde mi infancia", relata. Sin embargo, se ha dado cuenta tras 18 años en esta profesión que el hecho de "que te paguen más no significa que sea el mejor trabajo", y lamenta que "algunas familias piensan que si te pagan todo, entonces pueden exigir cualquier cosa".
Y es en este momento cuando se dio de que "las familias menos ricas son más amables y respetuosas", y detectó algunos patrones comunes en la mayoría de familias adineradas: "Hay algunas familias que tienen toda la riqueza, pero no son amorosas. He visto mucha negligencia por parte de los ricos", denuncia.
Pero no pierde la esperanza en que a los niños todavía se les puede reconducir, explicarles qué está bien y que está mal, cuáles son los comportamientos adecuados y cuáles y no. Y para ello apela a su espíritu de 'niñera por naturaleza': "Creo que podemos ayudar a estos niños a comportarse educadamente y no ser mimados. Ser niñera es un trabajo maravilloso. Los niños con los que trabajo hacen que cada día sea diferente y único", conluye.