Querella a Bankia

Querella a Bankia

Uno se pregunta cómo es posible que los gobernantes de nuestro país hayan actuado con tanta impunidad. La respuesta es fácil: ¡Porque estaban implicados! Porque actuar en este caso era destapar sus propios chanchullos.

Los hechos son estos: la Audiencia Nacional admite a trámite la querella de UPyD contra los responsables del saqueo de Bankia.

Pero también son estos otros: los grandes partidos rechazan que se cree una comisión de investigación abierta en el Congreso.

Y volviendo al pasado: los partidos, sindicatos y la patronal se reparten los puestos en los consejos de administración de las cajas. Las cajas financian proyectos absurdos que solo sirven para que algunos políticos construyan mausoleos inútiles con los que ganar votos, financiación dudosa y alrededor de los cuales se generan enormes operaciones inmobiliarias. Los consejeros de las cajas se auto conceden préstamos en condiciones más que ventajosas. Las cajas descuidan su función social. Las cajas son parte fundamental de la crisis financiera de nuestro país. Todo parece indicar que las cajas estafan a sus accionistas y clientes...

Uno se pregunta cómo es posible que los gobernantes de nuestro país hayan actuado con tanta impunidad. Cómo es posible que hayan tenido la poca vergüenza de tapar continuamente la información. La respuesta es fácil: ¡Porque estaban implicados! Porque actuar en este caso era destapar sus propios chanchullos.

También me pregunto como es posible que la Justicia de nuestro país no haya actuado hasta ahora. ¿En qué estaba nuestro fiscal general que solo actúa ahora y a rebufo de UPyD?

Un solo abogado ha escrito la querella. Es el secretario general de nuestro grupo parlamentario, Andrés Herzog. Él solito. Le tengo al lado en el despacho del Congreso y he visto cómo se lo curraba. Cuestión de horas y de algo más: voluntad de esclarecer los hechos y de pedir responsabilidades.

Mientras otros hacen declaraciones grandilocuentes de cara a la galería, UPyD cumple con su función de servicio al ciudadano y realiza un trabajo duro y discreto pero que da frutos.

Qué lástima que en nuestro país, casi todos aquellos partidos elegidos democráticamente para defendernos, se pongan de perfil ante lo que ha sucedido.

Y lo peor de todo es que son los mismos que se reparten los cargos del Tribunal Constitucional o del de Cuentas.

¿Qué confianza generan estos organismos cuando los conforman los que actúan así?

Es hora de actuar con firmeza contra todos estos hechos.

Para ello es necesario seguir luchando por una Justicia independiente, por unos medios públicos profesionales que no se pongan al servicio del poder de turno...

Y por unas listas abiertas en las que nuestros ciudadanos tachen de una vez a tanto sinvergüenza que los grandes partidos nos quieren colocar por narices.

Solo hay una solución. La de siempre.

¡Más democracia!