Las series van al médico

Las series van al médico

¿Son rigurosas las series de televisión cuando abordan temas médicos? Profesionales de la medicina analizan series como Breaking Bad, Homeland o The Big Bang Theory en un libro de descarga gratuita publicado por la Fundación Dr. Antoni Esteve. Estas son sus conclusiones.

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Ilustración de la portada del libro La medicina y las series.

Las series de televisión retratan con una gran precisión los procedimientos médicos, que se muestran con realismo pero al mismo tiempo obedecen a las necesidades de los guionistas. Esta es la conclusión general a la que han llegado los autores del libro La medicina y las series, una publicación impulsada por la Fundación Dr. Antoni Esteve y que se puede descargar gratuitamente a través de su página web (además de poderse solicitar en papel sin coste alguno).

En él, 18 profesionales de la medicina analizan, desde la perspectiva de su especialidad, series tan conocidas como Breaking Bad, Homeland y The Big Bang Theory. El objetivo del libro es doble: por un lado, realizar un retrato útil para la comunidad médica sobre cómo las series retratan su realidad; por el otro, utilizar la popularidad de estas ficciones como un vehículo para dar a conocer al gran público realidades como la bipolaridad, el Síndrome de Asperger o la depresión. Son temas que forman parte de las producciones, aunque de manera subcutánea, ya que no son el objeto principal de las mismas.

Abre el libro la doctora Lisa Sanders, que fue la asesora médica de la serie House, y su capítulo es el más clarificador en cuando a cómo las series utilizan los temas médicos. Si bien hacen un gran esfuerzo para representar correctamente los procedimientos en las salas de quirófanos y hospitales, la ficción siempre tendrá un peso mayor ante la toma de decisiones final y se pondrá por delante de la exactitud.

Sanders explica que a menudo el interés de los guionistas y sus consejos como asesora chocaban. "Como herramienta dramática el diagnóstico funcionaba, sin embargo era un diagnóstico improbable", explica en uno de los casos en los que no aceptaron su sugerencia. Una de las prácticas habituales es acelerar procesos que en la vida real se llevarían a cabo en varias horas o incluso días y que en la ficción ocurren en cuestión de minutos.

A pesar de estas diferencias, los autores destacan que estas concesiones son necesarias y que en ningún caso el libro pretende ser una lista de errores cometidos por las series. No hay que olvidar que se trata de ficciones que quieren entretener y no documentales. De hecho señalan que, a pesar de algunos detalles muy concretos, las series hacen un trabajo muy bueno retratando problemas reales como la bipolaridad que sufre Carrie Mathison, la protagonista de Homeland. De hecho, uno de los autores del libro, el doctor Josep-Eladi Baños, explica que utiliza episodios de House en sus clases en la Universidad Autónoma de Barcelona porque es muy útil para enseñar a los alumnos lo que se van a encontrar cuando ejerzan la profesión. También destaca que House ha servido para llegar a diagnósticos en la vida real que se han publicado en la prestigiosa revista The Lancet.

Algunas de las series analizadas son:

The Big Bang Theory y el Asperger

El experto Ramon Cererols analiza el personaje de Sheldon Cooper, cuya personalidad incluye muchas características que se asocian al síndrome. Destaca que, aunque se trata de un individuo exagerado que no puede representar a los aspies, ha ayudado a visibilizar el Asperger e incluso a hacer que se vea como algo positivo. El Asperger es muy común en las series de televisión actuales y sus características se encuentran en los protagonistas de ficciones tan dispares como Mr. Robot, Sherlock o Bron/Broen.

Breaking Bad y la drogadicción

La serie protagonizada por Walter White examina el mundo de las drogas desde todas sus perspectivas, incluyendo la de los adictos a través del personaje de Jesse. Para la doctora Patricia Robledo, retrata de forma fidedigna las consecuencias del consumo de metanfetamina, aunque no es el objeto de Breaking Bad, centrada en la evolución del protagonista. Sin embargo, critica incoherencias como el color azul de la droga de Heisenberg, ya que cualquier color es signo de adulteración y no de pureza, como sostiene la serie.

Homeland y la bipolaridad

¿Podría una persona bipolar tener un cargo de responsabilidad tan grande como el que tiene Carrie Mathison en la CIA? Para los doctores Liana Vehil y Luis Lalucat, autores del capítulo dedicado a Homeland, es altamente improbable. Sin embargo, todas las escenas en las que la vemos con su medicación representan con realismo la cotidianidad de muchas personas bipolares. Piensan que la serie muestra la parte buena y la parte mala de esta condición a través de las habilidades de Carrie para llevar a cabo su trabajo y, al mismo tiempo, la inestabilidad que gobierna su vida personal, dos factores clave en el desarrollo de Homeland.

El libro La medicina y las series también aborda temas como Los Soprano y el psicoanálisis, The Knick y las técnicas quirúrgicas, Mad Men y el tabaquismo, The Walking Dead y el imaginario de la epidemia, The Normal Heart y el sida, Masters of Sex y la sexología, Nip/Tuck y la cirugía plástica o Olive Kitteridge y la depresión.

El volumen está siendo un todo éxito y ha alcanzado las 10.000 descargas en tres meses, demostrando el éxito de las series y su utilidad a la hora de difundir cuestiones que van mucho más allá del puro entretenimiento televisivo.