Bienvenidos a Traidòria

Bienvenidos a Traidòria

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Sabemos que la República Catalana existe, pero en la mente de mucha gente. Así lo expresó Carles Puigdemont, en una entrevista en RAC1. Sabemos que Tabàrnia es una broma, según manifiestan sus dirigentes. Esto podría dar pie a pensar que en Cataluña conviven dos países en uno. Hay que decir con claridad: no es verdad. No son dos. Hay un tercer país: Traidòria. Es imaginario, como los otros dos, y está formado por los nativos de Equidistantia y por los expulsados de la República Mental debido a falta de pureza en sus convicciones.

El último en obtener pasaporte de Traidòria (quizá ya penúltimo a estas horas) ha sido el republicano Joan Tardà, por escribir un artículo en El Periódico pidiendo tender puentes entre independentistas, comunes y socialistas. Es decir, diálogo entre republicomentalistas, tabárnicos y traidorienses. Tardà encontró en su timeline el temible felpudo: Bienvenido a Traidòria.

Llámenme antiguo, pero sin desdeñar el atractivo de Tabàrnia, Traidòria y la República Mental, a mí me gustaba más Cataluña

No es posible establecer con precisión el censo de Traidòria, por la volatilidad de su ciudadanía. El mismo Puigdemont fue traidoriense durante unas horas en el pasado 27 de octubre, y fueron precisamente los republicanos quienes le expulsaron a Judària (capital de Traidòria). Puigdemont recuperó rapidamente la nacionalidad republicomentalista, y ahora son sus partidarios los que amenazan a los republicanos con el pasaporte traidoriense.

Todos estos conflictos, antiguamente se resolvían mediante unas instituciones que, sin satisfacer completamente a nadie, resultaban un mínimo común aceptable para una amplia mayoría. La modernidad nos dirige hacia otro modelo, en el que cada cual se fabrica un país virtual del que solo forman parte individuos con el mayor parecido posible a uno mismo, como pitufos agrupados por colores, cada tribu en su aldea imaginaria. Llámenme antiguo, pero sin desdeñar el atractivo de Tabàrnia, Traidòria y la República Mental, a mí me gustaba más Cataluña.

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