Política pipolizada a la americana

Política pipolizada a la americana

GTRES

Si hace una semanas hablábamos de la pipolización de la política, cuando Iglesias y Montero anunciaban mediante comunicado la gestación de sus bebés como un hecho sin precedentes en la política española, de nuevo los líderes de Podemos han roto los límites de lo privado y lo público anunciando que se someterán a una cuestión de confianza interna debido a la polémica compra de su casa.

La americanización de la política en España cada día es más evidente, es la primera vez que una decisión en el ámbito personal lleva a los líderes de un partido político a someterse al escrutinio de su militancia bajo pena de dimisión. En EEUU, la vida privada de los políticos es de dominio público. Los líderes son juzgados como gobernantes en función también de su comportamiento privado; uno de los casos más famosos fue el caso Clinton, pero tenemos otros más recientes como el caso Stormy Daniels que está amenazando la administración Trump.

La medida de Podemos para atajar su crisis es inédita en nuestro país y nos acerca a los parámetros anglosajones de ejemplaridad en lo público y lo privado

Una decisión de este calado por parte de la dirigencia de Podemos muestra la dimensión de la tragedia. La compra de un lujoso chalet en la sierra ha minado su credibilidad y coherencia hasta tal punto, que solo pueden zanjar el asunto con la confianza renovada de sus bases. Esta drástica medida responde a un terremoto interno de tal calado que vieran amenazada su legitimidad para seguir al frente del partido. La autoritas, no es lo mismo que la potestas. Y el affaire del chalet de la sierra ha debilitado tanto su autoridad, que necesitan legitimarla a través del refrendo de su cargo.

La medida de Podemos para atajar su crisis es inédita en nuestro país y nos acerca a los parámetros anglosajones de ejemplaridad en lo público y lo privado. Sin embargo, cabe recordar que fueron los propios líderes de podemos quienes abrieron la puerta a la crítica de la vida privada de lo que denominaban la casta, denunciando que solo la gente que vive como la gente puede entender sus problemas y representarlos. Como muchos analistas ya han denunciado, son esclavos de sus palabras.

En el futuro sabremos si Montero e Iglesias consiguen superar esta dura prueba, pero mucho me temo, que aunque aprueben el refrendo, la pipolización de la política ya es un hecho y no conseguirán que sus vidas vuelvan a transcurrir en la paz de la intimidad.