Gente de todo el mundo está creyendo ver algo en el logotipo de Lidl que muchos otros son incapaces de diferenciar
La clave está en un pequeño detalle que ahora no pasa desapercibido.
El culpable es @skintdad, un usuario británico de TikTok que ha logrado perturbar la paz visual de miles de personas con un vídeo de apenas ocho segundos. En él, apunta la cámara hacia uno de los carteles habituales del supermercado alemán —azul chillón, letras amarillas, borde rojo, como de costumbre— y pronuncia con tono grave una frase que funciona como maldición irreversible: “Cuando lo ves, ya no puedes dejar de verlo. Ese cartelito es un perro tocando el piano. Es como… wow.”
¿Que cómo puede alguien ver un perro tocando el piano en el logo de Lidl? Buena pregunta. Lo cierto es que el detalle en cuestión no aparece en el logotipo principal, sino en la señal auxiliar que cuelga debajo del rótulo, esa especie de cartela donde normalmente se indica si está abierto o el horario del establecimiento. El perfil de TikTok lo describe con una seguridad pasmosa: ahí se distingue, claramente, un perrito sentado ante un piano de cola.
Desde que publicó el vídeo, más de 3 millones de personas han entrado en bucle intentando “verlo”. Algunos lo identifican al instante, como si se tratara de un test de Rorschach con descuentos semanales. Otros, en cambio, no ven absolutamente nada más que una L, una D, y un deseo irracional de salchichas alemanas.
Pero lo verdaderamente glorioso está en los comentarios. Ahí, la comunidad se ha lanzado a explicar —con precisión quirúrgica y entusiasmo místico— cómo funciona esta visión alternativa. “La parte superior de la letra i son sus patas, está tocando la L como si fuera un piano, la bola es su cabeza”, aventura Dawn. “La i es el perro, está mirando hacia la izquierda”, confirma Giorgino16. “El rojo es el perro y el punto es la cabeza. ¡Y tiene hasta dos patas y una cola!”, detalla Rhys. Welshie, por su parte, ofrece una tesis que roza lo académico: “Para los que no lo ven, el punto de la i es la cabeza del perro; el resto es su cuerpo, está sobre las patas traseras y toca la L con las delanteras, que es el piano”.
Mientras tanto, Lidl guarda silencio. No ha emitido ningún comunicado desmintiendo la presencia de mascotas concertistas en su identidad corporativa, ni parece que vaya a rediseñar su logo para adaptarse a la nueva interpretación colectiva. Probablemente porque no les hace falta: ahora todo el mundo vuelve a mirar sus carteles. Aunque sea para buscar un schnauzer al piano.