En busca del santo grial del éxito literario

En busca del santo grial del éxito literario

WMagazín

Por Teresa M. Peces

Entre Harry Potter y Patria y Ordesa hay dos décadas y un éxito literario inesperado y doblemente sorprendente porque no son best sellers, ni thrillers y están dirigidos a públicos muy exigentes: los niños y adolescentes el primero y lectores cualificados los segundos; y porque son libros que no requirieron ni de películas ni de series de televisión ni de escándalos para conquistar a los lectores. Y los dos últimos títulos han desafiado el fervor de la revolución digital y los medios audiovisuales, importantes aliados hoy, para alcanzar el éxito de la manera más noble y literaria: el boca oreja.

Nunca se sabe cuál es la chispa que salta para que un libro se convierta de la noche a la mañana en un éxito entre el público, en ventas. Y menos aún si se trata de obras muy literarias que suelen ser las más escasas a la hora de alcanzar esta categoría reservada, sobre todo, a títulos con vocación de best sellers, modas literarias o, incluso, autoayuda.

La conquista del lector es la búsqueda de una especie de santo grial cuyas pistas intenta descifrar una veintena de escritores y profesionales del libro en Bilbao (España). Se reúnen en la V Jornada El autor en el nuevo mundo de la edición, los días 13 y 14 de septiembre, organizada por la Asociación de Escritores de Euskadi, en el centro cultural Azkuna Zentroa. Este año todo gira alrededor de cómo llegar al público, cómo seducirlo, qué deben hacer autores, editores, libreros y agentes literarios "para abastecer el mercado de historias de manera que estas sean consumidas de forma diferente porque así lo propicia la tecnología y lo exigen los actuales estilos de vida", dicen los organizadores.

Porque "el éxito no depende solo del autor, sino también de la editorial, el equipo de comunicación, prensa, críticos, medios de comunicación y los lectores", afirmó Fernando Aramburu, autor de Patria(Tusquets) en la inauguración de la V Jornada en una charla con Juan Cerezo, su editor en Tusquets, moderada por María Eugenia Salaverri, periodista y presidenta de AEE/EIE; y Roberto Herrero, periodista y miembro de AEE/EIE. Lo imprevisible de los éxitos editoriales fue el título del encuentro el miércoles.

La novela del autor de San Sebastián (España) es desde 2017 un éxito literario de crítica, público y ventas. Preguntado sobre cómo le afecta el éxito de esta novela sobre la vida del País Vasco en los años de la violencia de ETA, Aramburu reconoció que "a la hora de escribir no existe nada, solo el trabajo".

Tras el autor español llegán este viernes nombres que van desde Molly Barton (directora general y socia fundadora de Serial Box, y antes en Penguin Random House) y Consuelo Sáizar (exministra de Cultura de México, exdirectora del Fondo de Cultura Económica y socióloga de la cultura), hasta Juan Insua (director del CCCB LAB/Kosmopolis, de Barcelona), Marisa Blanco (directora literaria del Festival Gutun Zuria), Luis Posada (director del Festival Eñe) y Elvira Sastre, poeta y traductora.

Es muy difícil adivinar el futuro de un libro o encontrar los múltiples motivos de la seducción literaria, afirma Sáizar. Pero aventura para WMagazín algunas intuiciones:

-Es fundamental una historia bien contada, con personajes entrañables, emociones con las que, quien está leyendo se conmueva.

-La orfebrería y el talento del escritor, sumados a una buena distribución del libro pueden hacer llegar esa historia a lectores que deciden elegir el silencio de la lectura, para sumergirse en los renglones de un texto impreso en papel o en tinta electrónica.

-Leer sin parar para luego hablar con pasión de lo leído.

Todo eso le trae a Consuelo Sáizar el recuerdo de su lectura más reciente: "Haber compartido de manera intuitiva con una masa de lectores que asombrados nos reconocimos habitando desde la imaginación en una geografía precisa, envueltos despiadadamente en atmósferas hasta entonces desconocidas, me refiero a Patria, de Fernando Aramburu. Fue tal mi deslumbramiento que decidí visitar de nuevo el País Vasco, recorrerlo desde las palabras que Aramburu me había descubierto. Encontré allí una lección de historia, un arcoíris de emociones, descripciones de las razones para el odio y los motivos para la reconciliación. Nuevas maneras para comprender el vocablo 'Patria'. Y de repente me encontré comprando ejemplares para regalarlos, comentándolos con amigos; hablando del texto con desconocidos en el bus y en el tren; comentándolo, como ahora para profesionales de la edición y la lectura".

Otro caso parecido de conquista a los lectores este 2018 lo está provocando Ordesa, de Manuel Vilas. Esa novela, con aires de memorias, muy intimista que narra la vida del autor desde su infancia y la relación con sus padres y su entorno en una declaración de amor a sus progenitores con aliento poético y filosófico.

"Ordesa ha sido la imprevisión total", dice en tono "no me lo termino de creer" y agradecido Manuel Vilas, su autor. Salió en enero pasado, una temporada no usual para grandes lanzamientos. "Pensábamos con la editorial que se venderían unos tres mil porque iba dirigido a lectores más minoritarios y más cultos o exigentes. Pero nos equivocamos y ya van como 50.000 y se ha vendido a siete países", cuenta el escritor.

Este éxito inusitado hace pensar, afirma Vilas, "que aún hay lectores que quieren literatura porque con Patria, de Aramburu, está pasando lo mismo desde el año pasado. Debemos alegrarnos todos porque significa que la literatura tiene grandes posibilidades de convertirse también en fenómeno literario". Una idea que Aramburu y Cerezo también expresaron en el encuentro inaugural: "Es una buena noticia saber que no está perdido el arte de contar historias por escrito".

En el capítulo de obras más comerciales que alcanzaron el éxito este año a nivel mundial y en España está La mujer en la ventana" (Grijalbo) primera novela de A. J. Finn, pseudónimo de Daniel Mallory, un escritor y editor estadounidense. En sus primeros meses vendió más de un millón y medio de ejemplares en el mercado anglosajón, y sus derechos los han comprados en cuarenta países, además de la adaptación cinematográfica.

Como Vilas y Aramburu, la novela de Mallory nace de la necesidad de compartir un sentimiento. El trabajo del escritor nace de la necesidad de contar algo, en ocasiones es una terapia que sirve para sacar negros humores que corroen por dentro; no son muchos los autores que piensan que escriben para sus lectores, por lo general escriben para sí mismos. Así lo reconoce quien decidió firmar comoA. J. Finn.

"Empecé a escribir este libro semanas después de que me diagnosticaran trastorno bipolar", recuerda Mallory. Llevaba más de 15 años con depresión severa sin dar con la solución correcta. "Cuando me diagnosticaron la realidad de mi enfermedad me ajustaron la medicación y me sentí mucho mejor. No quería escribir sobre depresión, porque eso es muy deprimente, pero decidí explorar en mis problemas a través de la ficción. Dicen que leer es un acto de empatía, nos ponemos en la piel de los propios personajes, y pasa lo mismo con la escritura, yo exploré los problemas de la protagonista de mi novela (que algunos eran diferentes a los míos), pero nunca pensé que este libro se fuera a publicar. Cuando decidí lanzarlo estaba seguro de que podría inspirar a personas con problemas similares, enfermedades mentales, soledad... espero que este libro haya sido importante para la mente y corazones de algunas personas".

A diferencia de Patria y Ordesa, La mujer en la ventana sí tuvo una estrategia de venta desde el minuto uno. Cristina Castro, editora de Grijalbo, tuvo la intuición. Tanto que el libro estaba previsto que se editara en 2019, pero al ver que en la primera semana se encaramó en la lista de los más vendidos en Estados Unidos decidieron acelerar la traducción y poner en marcha la logística interna del sello (márketing, comerciales, contactos con los libreros, oficina de prensa, etcétera) y pedir al autor que viajara a España al lanzamiento del libro que fue en marzo pasado.

"Los derechos del libro los compró en 2016 la anterior editora de Grijalbo, Mònica Tusell, y estuvimos atentos a la reacción de su salida en Estados Unidos. Al ver la acogida adelantamos un año su impresión", cuenta Cristina Castro. Aclara que coincidieron varios factores para que triunfara la novela porque los éxitos en otros países no siempre se replican. "En las editoriales apostamos y queremos que todos sean éxitos. Hay que meditar y meditar muy bien aquello que compras. Es como los melones se ven bien, pero hasta que no los abres no sabes la verdad. Por eso a veces puedes poner todo para que algo triunfe y no lo consigues".

Daniel Mallory, en su doble vertiente de editor/autor, apunta cuáles pueden ser los ingredientes necesarios que hay en su novela para el éxito repentino: "En primer lugar, la protagonista es una heroína, que empatiza con el público, a diferencia de otros thrillers, donde a veces no sentimos conexión con el personaje, Anna tiene sus hobbies y sus costumbres, tiene sus fallos, por supuesto, pero se preocupa por los demás, es inteligente y divertida. En segundo lugar, la historia conecta con temas serios: la soledad, los problemas mentales, la privacidad en la era de internet, cuán difícil es conectar con los demás, son temas que nos incumben a todos. Por último, es una historia que está concebida para viajar a través del mercado, su lectura es más sofisticada que en un thrillerpsicológico medio, por eso los clubs de lectura han acogido muy bien este libro. Es un reto de lectura inteligente y sofisticada"·

Más aún en estos tiempos en los que el libro vive una transformación radical por "una tecnología que ha acabado por hacerlo multidimensional", como recordó Consuelo Sáizar.

Miguel de Cervantes murió sin saber que las aventuras de El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha venderían más de 500 millones de ejemplares. Tampoco pudo imaginarse el aviador francés Antoine de Saint-Exupéry que El Principito tendría unas ventas a día de hoy de 140 millones de ejemplares. Entre los autores de la segunda mitad del siglo XX se podría citar a Gabriel García Márquez y Cien años de soledad y a Umberto Eco y El nombre de la rosa convertidos, además, en clásicos.

Nadie sabe cuál es el secreto, como se puede ver en la siguiente lista de algunos de los grandes éxitos imprevisibles de las últimas dos décadas convertidos en fenómenos, tan dispares y para públicos diferentes: Harry Potter, cuya serie completa ha vendido más de 500 millones de ejemplares, El código Da Vinci, Soldados de Salamina, La sombra del viento, El niño con el pijama de rayas, La catedral del mar, El tiempo entre costuras, Cometas en el cielo, Los juegos del hambre, Millenium, Crepúsculo, Indignaos, Cincuenta sombras de Grey, Los futbolísimos, Patria, Ordesa... La búsqueda del santo grial continúa...

Este artículo se publicó originalmente en la web de WMagazín, la revista literaria online dirigida por el periodista Winston Manrique Sabogal, un espacio para conversar con sosiego sobre literatura, donde él es cronista de encuentros, reportajes y entrevistas a ambos lados del Atlántico, y los lectores son los coautores, con sus lecturas y comentarios.