“Sólo sí es sí”, una liberación también para los hombres

“Sólo sí es sí”, una liberación también para los hombres

Fotograma del vídeo “Sin consentimiento no hay cuento de hadas” de Amnistía Internacional.AMNISTÍA INTERNACIONAL

Qué cabreo tienen algunos hombres con eso de que se necesita un "sí" para intimar con las mujeres. Que no podemos poner puertas al campo. Que tendrán que contratar a testigos para el acto. Que es un atentado contra la libertad sexual... se refieren sólo a la suya, claro.

El cuerpo de las mujeres ha sido siempre un territorio de acceso libre para ellos y ahora escuece que haya que llamar y pedir permiso para pasar. ¿Se puede? será una pregunta cada vez más frecuente a partir de ahora. Quien dice "se puede" también dice ¿quieres? ¿te apetece? ¿seguimos? ¿probamos?... Anda que no hay variaciones de la misma idea. Muchos se quejan de que se pierde romanticismo, otros de que se arruina el misterio. Como si encontrarte una lengua metida en tu garganta al más mínimo descuido fuese el ideal de cortejo.

Pasar de ser objeto de deseo al sujeto del mismo es una de las mejores definiciones que se me ocurren para la palabra "empoderar"

A mí eso de que me pregunten me gusta. Es novedoso. Mola. De repente la opinión de la mujer cuenta y eso no es poca cosa. Pasar de ser objeto de deseo al sujeto del mismo es una de las mejores definiciones que se me ocurren para la palabra "empoderar", esa que tan mal suena a algunas personas. De ser deseable a ser deseante: ese sí que es un cambio radical.

Podríais pensar que esto siempre ha estado claro, pero no es verdad. ¿Qué chica no se ha dejado llevar alguna vez por la insistencia de un hombre? Con los años vas aprendiendo a rechazar sin que eso te suponga un gran conflicto, pero cuando tienes 18 y estás dispuesta a lo que sea con tal de encajar y ser deseada (recordemos la chapa que se nos da con que la seducción es nuestro mayor valor) el "no" ni siquiera se plantea como opción.

Cuando tienes 18 y estás dispuesta a lo que sea con tal de encajar y ser deseada, el "no" ni siquiera se plantea como opción

Pero no solamente esta forma de replantar las relaciones es un avance para nosotras, también es liberadora para ellos. Se acabaron las cobras, las interpretaciones erróneas y el miedo a tirarse en plancha a decenas de piscinas sin agua. Debe ser agotador tener que interpretar constantemente el papel de tipo duro, cansino, baboso o malote para pillar.

Ni te cuento la pereza de hacer de pitoniso y desarrollar poderes sobrenaturales para averiguar si la caída de ojos significa que la chica en cuestión quiere tema o es que simplemente se la ha caído una lentilla. ¿No será más sencillo preguntar?

Cuenta la leyenda (digo el porno) que cuanto más se resiste ella más se incrementa el deseo. Pero en el mundo real la ley lo desmiente: si ella no se resiste es que había conformidad. ¿En qué quedamos? Yo creo que estamos todos muy perdidos en eso de ligar.

Se acabaron las cobras, las interpretaciones erróneas y el miedo a tirarse en plancha a decenas de piscinas sin agua

Las agresiones sexuales y la violencia de género no son actos aislados que se dan de repente. Los gestos cotidianos influyen. La forma de relacionarnos influye. La forma de amarnos influye. "Se van a acabar los matrimonios" sentenciaba Federico Jiménez Losantos al enterarse de las intenciones de algunos partidos de convertir esta idea en Ley, mientras entrevistaba al nuevo presidente del PP.

Poner este debate sobre la mesa es necesario, pero no suficiente. Crear una ley que recuerde a las mujeres (y al resto del mundo) que decir "no" es nuestro derecho y que en nuestro cuerpo sólo decidimos nosotras es un paso hacia adelante para lograr la igualdad. Así las reglas del juego estarán más claras para todos y nadie podrá echar la culpa de una agresión sexual al maquillaje ni a los centímetros de una falda.

Crear una ley que recuerde a las mujeres (y al resto del mundo) que decir "no" es nuestro derecho es un paso hacia adelante para lograr la igualdad

Ha sido el grupo parlamentario Unidas Podemos quienes han tomado la delantera en este aspecto presentando una propuesta de Ley que podría situar a España al nivel de los países europeos más avanzados en cuanto a políticas sociales y feministas como Suecia y otros tantos.

A juzgar por los titulares, algunos medios parecen no haber tomado esta propuesta muy en serio resumiendo un trabajo de más de 70 folios como "sanciones para el piropo". Cualquiera que lea la propuesta, y no busque sólo la polémica, comprobará que existe un compromiso real de hacer efectivas y aplicables las peticiones de millones de personas en la calle.

Mejorar nuestras relaciones afectivas y sexuales es algo que sin duda nos beneficiará a todas las personas. Quizás nos parezca más sencillo continuar con la fórmula actual, pero no por normalizada significa que sea la mejor de las opciones. Probemos, evolucionemos y por qué no: preguntemos. Cambiemos la prepotencia del que se cree con derecho a avasallar y la timidez del que prefiere no arriesgar por el "me muero de ganas de darte un beso".