La ley del hielo: la táctica que usan muchos manipuladores y cómo combatirla

La ley del hielo: la táctica que usan muchos manipuladores y cómo combatirla

"No es una buena forma para gestionar un conflicto y sus beneficios a corto plazo no son duraderos", según un grupo de psicólogas.

Dos personas discutiendoGetty Images/Westend61

A la hora de resolver un conflicto, cada una de las partes que se involucrada en él lo trata de resolver con las herramientas que tiene a su alcance. Sin embargo, estas no tienen por qué ser necesariamente las más óptimas o las más sanas

En psicología, hay un término que sirve para definir la conducta que siguen algunas personas de optar por el silencio tras una discusión. Es la denominada como "ley del hielo"

Esta la ponen en práctica aquellas personas que, tras un conflicto, optan por dejar de hablar con la otra persona, sin darle siquiera la oportunidad de expresar su punto de vista. Este distanciamiento no se produce, según la página web de Albiach Psicólogos, únicamente a nivel comunicativo, también puede llegar a ser físico y emocional.

Se trata de un recurso que "genera muchísimo sufrimiento" a la otra parte del conflicto, dado que es probable que sienta "rechazo, dolor, sufrimiento, incertidumbre y malestar sin saber cómo ponerle solución", puesto que se ha quedado sin los recursos que precisa para poder hacer uso de la "herramienta más importante ante los conflictos: la comunicación", apunta el equipo de psicólogas. 

Las causas, según las expertas, detrás de una conducta así son variadas. Señalan algunas como llamar la atención, intención de manipular las conductas del de enfrente, lo usa como una vía de escape del conflicto o a modo de castigo para la otra persona. 

Sea cual sea el motivo, este grupo de psicólogas apunta que "no es una buena forma para gestionar un conflicto y que sus beneficios a corto plazo no son duraderos". De hecho, señalan que puede generar "muchas tensiones y rencores entre las personas"

Y sostienen que, "no podemos jugar siempre a pretender que nos lean la mente para saber qué pensamos y necesitamos". Por lo tanto, defienden que "aunque estemos enfadados debemos dar la oportunidad a las personas con las que mantenemos vínculos a explicarse y dar su opinión".