Ciudadanos cava sus trincheras electorales en Madrid a golpe de 'Don't Stop Believin'
La formación naranja da el pistoletazo de salida al inicio de la carrera electoral, con una fiesta ochentera a la que han acudido simpatizantes, militantes y cargos del partido: "Vamos a ser decisivos".
Sanchinarro, el barrio de Hortaleza donde Ciudadanos cosechó sus mejores resultados en la últimas autonómicas madrileñas, ha sido el lugar elegido por el partido para echar el resto en el inicio de la carrera electoral.
Al ritmo de Don't Stop Believin y otros grandes éxitos de hace 40 años, el partido naranja ha organizado, bajo un sol de justicia, una fiesta ochentera a la que han acudido simpatizantes, militantes y cargos del partido, entre ellos la candidata a la alcaldía de la capital, Begoña Villacís.
"Les interesa decir que estamos acabados y que vamos a desaparecer, pero eso no va a ocurrir", cuenta Belén Ortiz, economista de 51 años, mientras reparte globos naranjas con las siglas de la organización a todo el que pasa.
Ella los reparte mientras Belén del Pozo, de 51 años, se encarga de inflar otros nuevos sin parar. "Somos la mejor opción. No solo vamos a tener representación...", comenta entre globo y globo: "Es que además vamos a ser decisivos".
Las belenes que luchan por mantener con vida al partido liberal se encuentran junto a una de las carpas de campaña que el partido ha desplegado junto al acceso que precede a la explanada de tierra hirviente bajo el sol.
Hasta allí se han desplazado familias y personas de todas las edades para arropar al partido, llegando a cuadruplicar el número de asistentes de los cerca de 40 de poco antes de las 12, hasta el casi centenar y medio.
Pablo es un joven ingeniero de 40 años que se ha acercado desde su barrio, Valdebebas. "En Ciudadanos no hay casos de corrupción, representa la regeneración política y la modernidad, por ejemplo, en contraposición a Vox, que quiere que España vuelva a los años cincuenta".
Sin embargo, admite también que la situación que atraviesa el partido es difícil, aunque mantiene el "optimismo" dentro del realismo. Los naranjas han organizado esta cita la misma semana que la mitad de sus concejales en el Ayuntamiento de Madrid comunicaron su abandono y en la que Begoña Villacís anunciaba las listas electorales. Esa idea de un escenario difícil atraviesa también buena parte de las intervenciones.
Aruca Gómez, la candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid inició el mitin, y Villacís y Patricia Guasp, portavoz nacional, la siguieron. Se reconoció que el partido enfrenta una "tormenta", pero que se va a "cruzar sin miedo y defendiendo los planteamientos para cambiar el mundo".
Especialmente sonadas han sido las críticas de la todavía vicealcaldesa, que ha sentenciado con una frase lapidaria que el presidente del Gobierno engaña a los españoles con la nueva ley de vivienda, que tilda de "intervencionista": "Sánchez miente".
Aunque ese punto no arrancó aplausos, a pesar de que el silencio que se propició parecía pedirlos, los asistentes cambiaron de actitud cuando Villacís calificó al Gobierno poco después de ser un "fracaso" compuesto por "vendedores de crecepelo".
El anuncio estrella de la jornada fue el de una medida que el partido naranja llevará a cabo de llegar al poder: que los jóvenes puedan pagar la entrada de su vivienda con el 10% de su pensión futura y y que el gobierno se encargará de abonarles también el 10% del precio de su casa.
Tras las intervenciones, volvieron el jolgorio y el ambiente festivo bajo el sol abrasador de la una de la tarde. Los hijos de las familias no pararon de jugar al fútbol, las maquilladoras del pintacaras que el partido contrató no daban abasto y la chica que vigilaba la piscina de bolas que también se había dispuesto para los más pequeños aguantaba la ausencia de sombra estoicamente.
Otra de las atracciones con más éxito fue una suerte de ruleta donde se rifaban las peores facetas de cada uno de los principales partidos políticos.
Si una alienígena aterrizara en Sanchinarro en medio de la fiesta, quizás podría pensar que el partido pasa por sus mejores momentos, aunque no haya arrastrado a las masas de manera abrumadora.
Y si el visitante interestelar, además, se detuviera a hablar con José Andrés Díaz Guerra, candidato a la alcaldía de Tres Cantos, se reforzaría ese pensamiento.
Díaz lleva al partido literalmente en la cara, literalmente, tiene maquillaje naranja con las siglas de Ciudadanos junto a sus ojos. Se muestra animado y optimista. En 2015 pactaron con el PP la cogobernanza, pero los populares tuvieron una mayoría absoluta en 2019 que les orilló. El candidato de ciudadanos confía en recuperar terreno este 28M.
"Apostamos por que a nivel municipal todos hablemos y podamos mejorar la vida de la gente", sostiene Díaz. Admite que el partido quizás fue "tarde" con el proceso de refundación, aunque también asegura que ha sido un revulsivo y que la gente vuelve a ilusionarse y a acercarse como en 2014, cree Díaz.
Hay combinaciones explosivas, y los precios de la bebida, conjugados con la ausencia de baños en la zona de la 'fiesta ciudadana', es una de ellas. Los tercios de cerveza están a 1,20 euros y los refrescos a 1,80.
Suena Feo, fuerte y formal de Lokillo mientras que Dimas Gragera atiende a El HuffPost con un botellín en la mano. Gragera es una de las figuras más importantes del partido en Cataluña y miembro de la ejecutiva nacional. Apunta a que en estos momentos experimentan una mejoría que, aunque "leve", apunta a unas perspectivas electorales más optimistas. Confían en Madrid y las autonomías con el límite del 3% de sufragios para tener representación como principales bazas.
No niega, sin embargo, la realidad de que la aspiración primordial del partido es "resistir". Y los datos internos que manejan señalan que lo pueden conseguir, según Gragera: "Por eso el PP está atacándonos cada vez más, llegamos a las elecciones mejorando las perspectivas". Aun así, mantiene la cautela, y admite que al igual que están ahora "mejor que hace dos meses", en dos semanas la cosa puede volver a cambiar.
Sigue la fiesta en Ciudadanos, la gente se divierte y luce sus camisetas de Regreso al futuro mientras suena, como no podía ser de otra manera, Nochentera. Aunque la canción que encarna mejor el empeño del partido por no desaparecer será, seguramente Don't Stop Believin. Además de para lograr el objetivo final: resistir, resistir y resistir.