Sánchez y Feijóo, ante un cara a cara decisivo en el Senado
Desde febrero no debaten en la Cámara Alta. Tanto en Moncloa como en Génova reconocen la importancia de la cita.
A dos semanas para que arranque formalmente la campaña de las autonómicas y municipales. Con unas encuestas muy ajustadas, con plazas electorales bailando por un puñado de votos. Con sus partidos en un estado de ansiedad y nervios creciente ante lo que está en juego el próximo 28 de mayo. Y con nuevos temas copando las portadas y las tertulias de radio y televisión, como la emergencia climática o la situación de la vivienda en España.
Así afrontan Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo el que algunos analistas ya han venido a definir como un debate decisivo. De nuevo, presidente y líder de la oposición se enfrentan cara a cara en el Senado, con la percha oficial de informar a los parlamentarios de la guerra de Ucrania y los últimos Consejos Europeos. El primero no tendrá límite de tiempo mientras que el segundo sí tiene un tiempo tasado para sus intervenciones, lo que ha provocado la queja formal del PP.
Ambos llegan a esta cita tras un acuerdo entre sus formaciones para la reforma de la ley del sólo sí es sí al que el Ejecutivo quiso restar toda importancia, pese a que sin él habría sido imposible sacar adelante la votación. Y con todos los puentes rotos entre los líderes tras la ruptura de las negociaciones para la renovación del Poder Judicial, descartada ya esta legislatura. “Incluso en política internacional, nos enteramos de lo que ocurre por los medios de comunicación”, suelen quejarse en Génova, ante la falta de interlocución con el Ejecutivo.
El último rifirrafe en la Cámara Alta fue el 21 de febrero, con el Ejecutivo noqueado por el aluvión de rebajas de condenas a agresores en aplicación de la ley de libertad sexual y la crisis interna en su seno por cómo proceder. Si bien, también en esta ocasión, Sánchez ha sabido sobreponerse en términos políticos. Y en ambas partes del cuadrilátero electoral reconocen que ha habido un reequilibrio de fuerzas, que la batalla es real y que prácticamente podría ocurrir cualquier cosa en los comicios de mayo.
Todas las encuestas salvo el CIS siguen augurando que el PP ganará tanto en las elecciones autonómicas y locales como en las generales. Pero también que el PSOE resiste, e incluso recorta distancias. El 28M, todas las miradas estarán puestas en la Comunidad Valenciana, como icono del cambio para Feijóo. Si los populares logran sumar con Vox en esta región, el mazazo para Sánchez será tremendo. En Génova también creen que tienen opciones reales de recuperar Castilla-La Mancha y la ciudad de Sevilla, otros referentes socialistas.
En Moncloa son conscientes de que pueden perder estas plazas y que todo se puede dilucidar por unos pocos votos, como ya avanzó este periódico. Pero también creen que Sánchez ha vuelto a recuperar la iniciativa política y que hoy las cuestiones que están encima de la mesa son más incómodas para la derecha. Como por ejemplo la crisis energética y el caso de Doñana. “Vox niega los efectos del cambio climático y el PP no los niega pero actúa como si no existieran. Unos por acción y otros por omisión, ambos son negacioncitas climáticos”, dijo el jefe del Gobierno este mismo domingo, dejando claro que la que será una de sus banderas esta campaña. También lo será la de la vivienda, enmarcada en su acción económica.
Según el Gobierno, es la primera vez que los españoles confían más en el PSOE para gestionar la economía que en el PP. Así lo verbalizó Patxi López en rueda de prensa en el Congreso la pasada semana. “La economía va bien”, no paran de repetir ministros y altos cargos socialistas. De hecho, las fuentes consultadas dan por descontado que será uno de los mantras que el presidente utilice este martes en el Senado. “El PP ya no quiere hablar de economía”, añaden, como también publicó El HuffPost.
Algunas voces en el PP reconocen la capacidad de Sánchez para “resistir”, pero en el entorno de Feijóo están convencidos de que está de salida. “El Gobierno está en descomposición y en tiempo de descuento”, resumen. Si bien, la cautela reina en la sede de los populares tras otros tiempos de euforia. “Tenemos que mover a nuestro lado al voto indeciso. No hay que generar falsas expectativas, nos la jugamos hasta el último día”, en palabras de uno de sus estrategas, en conversación informal con este diario.
Y de ahí la importancia del debate en la Cámara Alta. “¿Decisivo? Hombre, es importante. Primero, porque hace bastante que no se ven las caras, y servirá para comprobar cómo están el uno y el otro. En el último, Sánchez estaba bastante tocado y Feijóo hizo una de sus mejores intervenciones. Puede marcar tendencia y animar a las bancadas y a los cuadros del partido. Ahora bien, estamos en un momento en el que un debate trascendental se olvida en unas horas cuando antes nos tirábamos días hablando de ello. Los españoles se aburren de un tema y pasan al siguiente”, según el análisis de un veterano senador. Tanto en Moncloa como en Génova dan trascendencia de la cita.