El Real Madrid cae en la final de la Euroliga frente a Panathinaikos por 80-95 tras una segunda mitad para olvidar

El Real Madrid cae en la final de la Euroliga frente a Panathinaikos por 80-95 tras una segunda mitad para olvidar

Los de Chus Mateo no pudieron revalidar el título de campeones de Europa en Berlín tras una pésima segunda mitad.

Final de la Euroliga, Real Madrid - Panathinaikosdpa/picture alliance via Getty I

No pudo ser. El Real Madrid ha caído en la final de la Euroliga frente a Panathinaikos por 80-95, en una final que arrancó muy bien para los de Chus Mateo pero que, después de un nefasto tercer y último cuarto, en el que los blancos tan solo consiguieron un 2 de 15 en triples, llegando a anotar solo 23 puntos en los últimos 20 minutos.

Así, el Real Madrid se queda con la miel en los labios por segunda vez en tres años tras caer en el año 2022 contra Anadolu EFES por 57-58. Esta vez, la derrota duele por muchos motivos: el primero porque eran los grandes favoritos para revalidar el título obtenido el pasado año, y la segunda porque supone el último partido a nivel continental para una de las mayores leyendas del club madridista, como es Rudy Fernández, que anunció hace unas semanas que cuando termine esta temporada se retirará del baloncesto.

El Real Madrid llegó a la final tras superar el pasado viernes a Olympiakos de forma holgada, mientras que los griegos hicieron lo propio frente a Fenerbache, cumpliéndose una máxima que pocas veces ocurre: los dos primeros clasificados en la temporada regular llegando a la final.

Así, el Madrid llegaba con la vitola de favorito para hacerse con el título, y durante el primer cuarto hizo gala de dicha etiqueta, anotando 36 puntos y llegando a distanciarse de hasta 14 puntos en el segundo cuarto, con Musa y Hezonja en modo estelar y con gran acierto desde el perímetro. 

Pero esa diferencia fue esfumándose con el paso de los minutos, y se llegó al descanso con un marcador de 54-49 para el conjunto español.

La peor segunda mitad de la temporada

Pero con el comienzo del tercer cuarto llegó el descalabro total y la caída absoluta de los de Chus Mateo. Con un tercer cuarto en el que los madridistas fallaron los 9 triples que intentaron, una losa prácticamente inasumible en un partido de este nivel. 

Los griegos, con una intensísima defensa que apenas permitió tiros cómodos a los jugadores blancos, sumado a los errores continuados de los de Chus Mateo, provocaron que el Madrid tan solo pudiera anotar 7 puntos en esos 10 minutos, de forma que Panathinaikos consiguió voltear el marcador y ponerse por delante por primera vez en la final.

Pero las cosas no iban a mejorar, y pese a un pequeño arreón de los blancos en el último cuarto, encabezado por Llull, que logró anotar dos triples, la reacción blanca fue mínima y los griegos continuaron ampliando su ventaja hasta el punto de abrir una brecha que ya se antojó imposible de remontar para el Real Madrid, que acabaría con un 80-95 en el electrónico de Berlín.

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De esta forma, los blancos pierden una nueva final y con ello la oportunidad de conseguir el 12º entorchado continental, que tendrá que esperar, como mínimo, un año más, aunque tendrán que intentarlo ya sin Rudy.