Un experto desvela los trucos para no caer en las trampas de los supermercados

Un experto desvela los trucos para no caer en las trampas de los supermercados

Utilizan estrategias basadas en el comportamiento humano para que el cliente compre de más. 

Lower section of young woman standing next to product aisle and choosing vegetables in the store. Young Asian woman doing grocery shopping in supermarket.Getty Images

Los supermercados son unos expertos en el marketing, conocen muy bien el comportamiento de los consumidores y casi siempre consiguen que se lleven algo extra fuera de la lista de la compra. Utilizan estrategias como el hilo musical o los carteles llamativos con la finalidad de ganar la mayor cantidad de beneficio posible. Por su parte, los clientes buscan las mejores ofertas para no pagar más de lo previsto. 

Es importante no dejarse llevar por los estímulos que nos impulsan a consumir determinados productos que realmente no son necesarios. El especialista en comportamiento del consumidor y profesor de marketing en la Universidad de Canterbury, Ekant Veer, ha compartido en su podcast Thrift de RNZ cómo no caer en la trampa de los supermercados. 

Mirar hacia arriba y hacia abajo y deja a los niños en casa. Si una persona quiere un producto pero está colocado a la altura de los ojos, hay que mirar hacia el estante inferior ya que ahí puede haber otros más baratos. En cuanto a los hijos, "en el sector de la confitería, los artículos con mayores ganancias brutas se encuentran en realidad a la altura de los ojos de un niño porque saben que es más probable que molesten a mamá y papá por algo que puedan ver", cuenta Veer.

La ubicación de los productos es clave, no solo por la altura, sino por las esquinas. Hay que evitar las exhibiciones al final del pasillo, "por lo general, tienen un precio bastante alto porque quieren mover ese producto y, por lo tanto, encontrarás cosas al final de la isla que llamarán tu atención, puedes agarrarlas por impulso y salir corriendo con ellas", advierte Ekant. 

El recorrido es fundamental, hay que intentar concentrarse en comprar en los perímetros del supermercado y luego simplemente en los pasillos que necesite. Veer cuenta que "es posible que descubra que las frutas y verduras suelen ser las primeras porque sienten que las necesitan y luego el alcohol, el chocolate, los dulces y los artículos de alto beneficio bruto estarían más adelante en el viaje porque las personas sienten que pueden recompensarse a sí mismas". 

Advierte que algunos minoristas crean nuevos productos o varían constantemente los precios para cambiar la demanda. Además, tienen en cuenta que cuando el cliente no entiende sobre la calidad de un producto buscan otros factores que le atraigan, como etiquetas de moda o pegatinas que proclaman premios o el mejor descuento.

Infiltrados
Un proyecto de Ikea

El consejo más práctico es fijar una meta. De esta forma, ayudará a mantener al consumidor consciente y hacerlo más ameno. El experto sugiere hacer retos como marcar un límite de tiempo para entrar y salir para evitar compras innecesarias o los dulces.